Celebración

335 11 0
                                    

Que partidazo. Aun no me podía creer que hubieramos metido una goleada histórica al Barsa en su propio estadio. Era todo una locura, pero yo solo podía estar pendiente de una chica con muñetas que se suponía que estaba de camino al campo.

Cuando la vi salir sonreí. Pero con una sonrisa de verdad. De esas que usas cuando te gusta micho lo que ves. Tenía unas ganas locas de hablar con ella y darle las gracias por lo do antes.

Un hombre la paró antes de que pudiera entrar al campo, y mientras ellos hablaban me acerqué. Antes de que llegara con ellos el hombre de seguridad se fue.

- ¡Hola Julieta! No me creo que hayamos ganado todavía.

- ¡Felicidades! Te dije que sabías hacerlo.

- ¡Viniiiii! - me saludo Anita.

- Hola guapa, ¿qué tal?

- Pues genial porque habéis ganado. ¿Puedo ir con mi hermano?

- Pues claro Julia - contestó Julieta. La niña salió corriendo hacia los brazos de su hermano.

- ¿Julia?

- ¿Algún problema?

- Ninguno. Perdone usted señorita por ofenderle.

Los dos nos empezamos a reir. El hombre de antes volvió con un movil en su mano.

- ¿Por que no vienes? - pregunté señalando el grupo de gente celebrando en el campo.

El hombre de seguridad se fue asintiendo con la cabeza hacia Julieta después de mirar su movil.

- Estaba comprobando mi acreditación para que pudiera pasar.

- pues vamos, que nos ñerdemos la celebración.

Fuimos acercandonos hasta el grupo de gente poco a poco debido a que ella llevaba muletas, y no le era tan fácil andar. Mientras comentábamos el partido.

- Gracias de verdad por la charla, me ha ayudado mucho.

- Pues yo encantada de ayudarte.

Con el cesped le costaba bastante avanzar, y a medio camino apareció su hermano.

- ¡Hermanita! Que raro tú bajando.

- Me apetecía - se encogió de hombros -. Felicidades Marco, lo habéis hecho todos muy bien.

- Gracias, hermanita. Bueno yo me voy con Sandra, quee está esperando para una foto.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

- Casi me da un paro cardíaco con tu gol. Parecía que la sacaba el defensa, pero Benzema nos ha devuelto a la vida.

- Yo creía que no había entrado, y lo he celebrado pensando que no era mio. Cuando me lo han dicho me he sorprendido bastante.

- Pues a la próxima dale un poquito más fuerte para asegurar que entre.

- No es tan facil como te piensas, listilla.

- Seguro que yo lo hago mejor con fiferencia.

- No tienes pruebas.

- Tampoco dudas.

- Pues cuando te recuperes me lo demiestras, a ver si eres tan lista como dices.

- Trato hecho - me señala con la cabeza.

Llegamos donde los demás y estuvimos un rato celebrando con la afición. Al rato nos metimos en el vestuario y los familiares se fueron hacia la salida. Justo antes de que entrara al vestuario vi como Anchelotti hablaba con Lucas. Este último echa a andar en dirección contraria y se pierde por las escaleras.

Cuando nos cansamos de celebrar recogemos y el autobús nos espera para llevarnos al hotel. Como mañana hay dia libre nos dejan dormir donde queramos, y muchos se van con sus familias. Yo no he podido evitar fijarme en que Anchelotti ha estado desaparecido durante un rato mientras yo me vestía.

- ¿Te vienes un rato? - me pregunta Rodry mientras cruzamos el pasillo hacia nuestras habitaciones.

- ¿Qué plan hay?

- Pues los pocos que quedamos en el hotel nos juntamos en alguna habitación a charlar un rato.

- Depende de cuantos seamos.

- Viene Julieta.

- ¡Me apunto! - nos reimos ambos.

- Sabía que dirías que sí. En 10 minutos en la habitación de Tchouameni.

- En cinco estoy.

- Como quieras, pero yo tengo que ir a dar las buenas noches a mi hermana.

- ¿Y a donde piensas ir?

- Está en este hotel pero en otra planta. Nos vemos luego que tengo un poco de prisa.

- Pues hasta ahora.

Entré en mi habitación y mientras esperaba un poco a que los demás estuvieran listos me tumbé a mirar el movil. Julieta había subido una historia nuestra en el campo celebrando, a la cual reaccione con una carita de ojos de corazón.

Cuando pasaron más de cinco minutos salí de mi habitación directo ha la de Tchouamemi, pasando por la de Camavinga para avisarle.

Llegamos los primeros, y poco después llegaron Sandra y Julieta, diciendo que Marco estaba en la enfermería por un dedo fracturado. Nos fuimos sentando en los sillones de la habitación, y yo me senté en el suelo.

Estábamos hablando del partido hasta que llegó Rodry, pero llevaba una sorpresita correteando a su lado.

- ¡Julieta!

La hermana de Rodrygo salió disparada a abrazar a Julieta.

- Yasabemos quién es la favorita - comenta Camavinga mientras todos nos reíamos.

- He intentado que se durmiera, pero quería venir conmigo. Me ha dado pena dejarla allí triste.

- No pasa nada, que se siente conmigo - dice Julieta.

- Prometo no molestar - mira a su hermano con su característica mirada que usa para dar pena. Hay que admitir que le funciona muy bien.

- ¿Y como va lo de tu trabajo Julieta? - pregunta Rodry.

- Pues genial, la verdad. Ya me han aprobado el tema, empiezo mañana.

- ¿Y lo sabe Ancelotti? - pregunto yo.

- Solo he dicho hoy, y me ha dicho que por su parte perfecto. Como mañana no entrenais aprovecharé para organizar como lo voy a hacer y saber por donde empezar.

- ¿Y ya acabas la carrera? - esta vez es Camavinga el que pregunta.

- Claro que no, solo el primer año. ¿Cuántos años te crees que tengo?

- Ni idea, ¿pero cerca mio verdad?

- Tengo 18, cerca de los 19. Estoy en primero de carrera.

- Yo que iba a saber cuando se acaba una carrera. Entonces te saco un año, Rodry tres y Vini cuatro.

- Veo que sabes contar - comenta burlona. Camavinga hace una cara de burla y se cruza de brazos mirando serio a Julieta.

- ¿Y cuando cumples los 19? - pregunto yo.

- El 12 de mayo.

Seguimos hablando un poco sobre todos, y contandole a Julieta más sobre nosotros. Ella se interesa en como llegamos hasta el Madrid, y yo me entero de muchas cosas sobre ella.

Al parecer de pequeña jugaba al futbol,  pero lo dejó por una lesión en la rodilla que todavía conserva. Le encantan los niños pequeños, la psicología, cocinar, el futbol y muchas cosas más.

Ana Julia se quedó dormida encima de Julieta mientras ella le hacía caricias. Que suerte tiene esa niña sin saberlo.

Se nos hizo tarde, y muchos ya querían irse a dormir. Yo estaba bastante cansado, por lo que acepté irme a mi habitación. Cuando llegué caí en un sueño profundo, y acabé soñando con cierta persona que no podía salir de mi cabeza.













Mi champions favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora