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La decisión

25 de Abril del 2023

Me desperté con el sonido de la alarma que tanto odiaba y me puse en marcha. En una hora debía estar en la ciudad deportiva del Real Madrid para coger un avión hacia Girona, donde se celebraría el partido esa misma tarde.

Me preparé rápido y desayuné algo sencillo para no perder mucho tiempo. Un coche pitó fuera por lo que salí rápido, asegurándome que llevaba todo lo necesario antes de cerrar la puerta. Me monté en el coche de Rodrygo con mi mejor cara posible, pero levantarme esperando un mensaje suyo y no tenerlo no ayudaba mucho.

En cuanto entré en el coche Rodrygo se dio cuenta de mi mal humor.

- ¿Qué te pasa ahora?

- Nada - contesto cortante.

- Vale, pero yo no tengo la culpa de tu mal humor. Enfádate con quien tenga la culpa.

Como ve que me quedo callado sabe que estoy pensando exactamente con alguien.

- Bueno venga, cuéntame que te pasa.

- Lo de siempre, que estoy muy solo. Resulta que por ser un impulsivo de mierda ahora Julieta no quiere ni mirarme. Ayer no me miró en todo el entrenamiento, y cuando salía a hablar con ella ya se había ido.

- Pues tienes que hacer lo que sea para hablar con ella. Hoy viene así que se quedará en algún hotel cercano. Luego le preguntamos a Marco.

- Tío siempre me sorprendes con tus ideas.

- Hasta yo me sorprendo.

Continuamos el resto del camino yo con mejor humor y él intentando hacerme reir. Cuando llegamos nos subieron a todos en el autobús, y yo me senté con  Luka, necesitaba hablar con alguien con experiencia en el tema.

- Luka...

- Ese soy yo.

- Me gustaría saber que opinas tú, necesito un consejo de alguien que piense más allá de lo sexual.

- Pedirle consejos de amor a cuatro jóvenes solteros no es muy buena idea.

- Ya me he dado cuenta.

- Pues dime, ¿en qué te puedo ayudar?

- Resulta que hace tres días me lancé a una chica que me gusta mucho, y no me ha vuelto a hablar. Le pedí perdón por si le había sentado mal, y me contestó con tres palabras y ya. No me coge las llamadas y ayer ni me saludó cuando me vio.

- ¿Esa chica es la hermana de Marco?

- Puede ser - contesté desanimado.

- Mira, conozco de hace años a esa chica, y te puedo asegurar que no se ha enfadado. Me atrevo a decir que tu también le gustas aunque sea un poco, y tiene miedo de enfrentarse a ti.

- ¿Miedo?

- Es muy tímida, como supongo que ya sabrás - asiento -. Por eso no quiere verte ni hablar contigo, porque tiene vergüenza.

- Entonces, ¿qué puedo hacer?

- Eso no lo tengo muy claro, pero siempre puedes hablar con ella. Dile lo que sientes.

- No lo veo, eh.

- Pues seguirás así de deprimido de por vida.

- Supongo que puedo intentarlo.

- Ánimo, yo le veo futuro.

- Muchas gracias, Luka. Eres el único que me aconseja con criterio.

- No te preocupes, enamorado.