El accidente

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3 de abril del 2023

Me desperté todavía de madrugada, con toda la habitación a oscuras. No sabía en que momento había llegado hasta mi cama, ni cuando me había quedado dormida. Cuando me quise dar cuenta, mi mente ya se había activado, por lo que no pude hacer nada para intentar dormirme. Cuando mi mente se activaba y comenzaba a pensar en cualquier cosa, daba igual que momento del día fuera, no podría volver a dormirme.

Decidí ir al baño para lavarme la cara y pensar en que haría esa noche para no aburrirme. Cuando encendí la luz del baño y me vi el peinado, me acordé de Vinicius. Me lavé la cara y salí del baño mientras fantaseaba con lo guay que sería hablar con él en ese momento, y me lo imaginé en su habitación durmiendo plácidamente, cosa que me dio mucha envidia.

No sabía muy bien lo que sentía por él, por mucho que me gustase. Para mi siempre había sido como mi amor platónico, que ni creía que le conocería (aunque juegue con mi hermano), y tenerlo tan cerca me hacía un lio en la cabeza. Tampoco podía parar de pensar en él, y me daba la impresión de que yo tampoco pasaba desapercibida para él. No quería hacerme ilusiones, pero que me hiciera tanto caso me emocionaba.

Salí de mi habitación y cuando cruzaba el pasillo pasé enfrente de la puerta de Vini, y vi que estaba abierta. No pude resistirme a mirar, para encontrarme a un Vini despierto mirando el movil. Se dio cuenta de mi presencia y puso cara de no comprender que hacía yo a esas horas en el pasillo. Pero es que yo no comprendía que hacía él despierto a esas horas. Nos miramos fijamente unos segundos hasta que él se levantó de su cama, y salió al pasillo conmigo.

- ¿Qué haces despierta a estas horas? - me preguntó con cara de confusión.

- Me ha despertado y tenía sed. Voy a la cocina a por un vaso de agua, ¿y tú?

- Yo no podía dormir, y se me ha ido la hora con el movil.

Miré la hora y eran las tres de la mañana. Dentro de lo malo, en cinco horas sería de día.

- No deberías estar despierto,, te recuerdo que mañana entrenas.

- Ya los se mamá - se burló -. No te preocupes tanto por mi que soy mayorcito.

Yo me hice la ofendida y me di la vuelta para irme. No me había sentado mal, solo que no quería que me siguiera preguntando, porque acabaría confesando la verdad, cosa que no quería. Él me agarró del brazo para que volviera, y yo me giré a mirarlo con cara de seriedad.

- Venga no te enfades -me dice haciendo un puchero.

- No me enfado, solo estoy cansada.

- Tienes mala cara, ¿te encuentras bien? - se preocupó.

- Si, solo un poco cansada.

Él se quedó aparentemente preocupado, pero no quiso insistir. Yo bajé las escaleras, pero a cada escalón que bajaba, peor me encontraba. Llegué a la cocina y me llené un vaso con agua. Antes de siquiera acercarme el vaso a los labios, mi mente se nubló, y no pude hacer nada para sostenerme en pie. Lo último que sentí fue el vaso romperse, y uno de los cristales del vaso roto clavarse en mi pierna. Después de eso me desmayé.

Narra Vinicius Jr:

Me asusté mucho cuando vi parada en mi puerta a Julieta, o como la llamo yo en mi mente (porque me da cosa decírselo, no tenemos tanta confianza) Ju. Yo creía que era el único despierto en la casa a esas horas de la madrugada. A ella la dije que me había desvelado con el movil, pero la verdad era que estaba escribiendo en mis notas lo que sentía, porque me suele ayudar a aclarar mis pensamientos. Cada vez que la veo algo en mí se remueve, y yo solo puedo pensar en ella el resto del día. Me encantaría decir que no siento nada por ella, y que me centro solo en el futbol, pero hasta ella sabe que es mentira. Tenía unas ganas locas de hablar con Rodry solos, porque sabía que él me aconsejaría que hacer.

Ella se fue a la cocina, por lo que volví a mi habitación sabiendo que después de eso no podría volver a dormirme. Tenía muchas cosas más que escribir después de esa pequeña charla, por lo que continué.

Unos minutos después, escuché un ruido de un cristal romperse, y mi corazón se paró. Me quedé un momento parado asimilando todo hasta que reaccioné. Bajé corriendo las escaleras, para entrar en la cocina y encontrarme a Julieta tirada en el suelo con un cristal de un vaso roto en su pierna. Todo al rededor estaba lleno de sangre, y yo solo pude agacharme hacia Ju, rezando para que se despertara.

Todo lo que pasó después sigue grabado en mi cabeza como el día más traumático de mi vida. Yo tenía a Ju en mis brazos hasta que un minuto después entraron Rodry y Camavinga a la cocina. Gritaron algo que no comprendí, porque estaba atento a Julieta, por si se despertaba. Entró Marco corriendo y llorando, a la que yo solté una pequeña lágrima, por mucho que la intentase ocultar. Yo seguía en shock cuando Rodry me apartó, para que dejase a Marco con su hermana.

Marco pidió que alguien llamase a una ambulancia y unas toallas para cortar la hemorragia. Yo me activé, y salí corriendo hacia el baño cuando vi a Rodrygo llamando a emergencias. Rebusqué en todos los cajones hasta que en el último encontré lo que buscaba. Salí corriendo otra vez hacia la cocina, y le di las toallas a Marco. Él las colocó en el suelo y una en su herida, intentando que dejase se sangrar. Yo solo podía mirar la escena: Marco con su hermana en brazos mientras lloraba, Rodry discutiendo con el teléfono, Camavinga a mi lado mordiendose las uñas de los nervios, y yo intentando calmar a Sandra, que no paraba de temblar.

Unos minutos más tarde llegó la ambulancia, y Marco se fue con ellos. Yo llevé a Rodry en mi coche, y Camavinga se fue con Sandra, por si luego teníamos que volver alguien, que hubieran dos coches.
Mientras conducía mi mente se llenaba de las imágenes de lo que había presenciado antes, y yo estaba de lo más nervioso. Rodrygo sólo podía soltar frases de ánimo, que no servían de mucho.

Llegamos, y nos dijeron que la estaban a tendiendo, pero que no parecía demasiado grave. Cuando vi a Marco me acerqué a abrazarle, y él rompió a llorar. A mi se me escapó alguna que otra lágrima, por toda la ansiedad vivida esa noche, pero me pide contener.

Nos tuvieron un rato esperando, y Sandra seguía estética. Para ella Ju era como su hermana pequeña, y la quería al igual que a Marco. Yo estaba de los nervios, y poco después llegó una enfermera. Nos informó que ella estaba estable, y que solo había sido un mareo. Dijo que la herida no era demasiado profunda, y que en cuanto se despertase podría irse, que solo tenía que descansar.

Yo me quedé más tranquilo, pero todavía tenía que verla para confirmar que estaba bien.
El primero en entrar fue Marco, y después pasó Sandra. Luego dejaron que entraran dos, y Sandra se fue a su casa por petición de Marco. Él se quedaría toda la noche, y yo me ofrecí a hacerle compañía. Los demás se fueron con Sandra, y yo entré con Marco en la habitación. Vi a Julieta tumbada en su cama con una venda en su pierna. Ella estaba dormida, y Marco y yo nos sentamos en el sofá que había al lado de su cama. Yo pronto me quedé dormido, debido a todo el cansancio del partido, y a no haber dormido en toda la noche.





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