Capítulo 6

283 25 1
                                    

—Quiero que me disculpes otra vez por lo del otro día —me habló la chica, mientras yo me llevaba su plato.

—No se preocupe por eso.

Ella se levantó, dispuesta a irse después de haberse comido una dona glaseada y un café suave. Me observó descaradamente por algunos segundos, y aunque no era necesariamente mi tipo, me parecía linda.

—¿Por qué siempre vienes por acá?

—Estudio cerca de aquí y me queda de camino —respondió, atenta.

—¿En la universidad?

—En la academia, estoy estudiando artes plásticas.

Me quedé ligeramente asombrado. Era una chica que además de excéntrica tenía su lado artístico. Aunque era una carrera que encajaba perfectamente con su actitud.

—Impresionante —me sinceré.

—¿Y tú, estudias o haces algo además de servir café? —me cuestionó, colocando una mano en mi hombro amistosamente.

No era tonto, podía distinguir cuando una chica me coqueteaba.

—Estoy trabajando para poder mudarme a un apartamento cerca de aquí —le hice saber, y ella sonrió.

De un segundo a otro, ví que Carly aparecía junto a mí.

—¿Pasa algo por aquí? —dijo Carly, notoriamente molesta— No se permiten coqueteos en el trabajo, Blake.

—No inventes —habló la chica—, siempre te causo problemas en el trabajo. ¡Ya me voy!

Ella se sonrojó de la vergüenza y sentí lastima por ella, pero rápidamente caminó hasta el mostrador para pagar su cuenta.

—¿Qué fue eso? —le hablé a Carly.

Ella rodó los ojos al cielo.

—Lo que oíste.

Y sin más que decir, se fue dando taconazos. Me quedé pensando en aquella reacción. Carly era celosa, rayando en lo tóxico. Ni siquiera era mi novia, y más que nadie lo sabía.

Fui hasta la chica de cabello violeta, con intenciones de disculparme. No sé por qué.

—No te preocupes por eso.

—Claro que me preocupo, es tu jefa —me respondió.

Y mi follamiga también. Aunque eso último no se lo iba a decir.

—¿Tu nombre? —dije—, claro, es que me gustaría saber el nombre de la chica que siempre me da problemas en el trabajo.

—Celia.

Bonito nombre.

—¡Pero prometo ya no darte problemas!

—Me gustan las chicas problemáticas —me sinceré.

Ella se sonrojó. Era una chica extremadamente tímida e inocente, algo a lo que no estaba acostumbrado. Las chicas con las que solía coquetear eran más atrevidas.

—Nos vemos, Blake —sonrió, antes de dejarme una propina de dos monedas.

Pensé en lo linda que era.

Pero al otro lado una rubia me contemplaba bastante furiosa. Tragué saliva. Carly no tenía por qué molestarse, no eramos nada, ella misma me lo había dicho. Ella estaba de acuerdo con todo esto.

¿Entonces por qué estaba molesta?

Empecé a pensar que quizá me había mentido. Quizá sí tenía sentimientos por mí, que ni siquiera ella podía admitir. Quizá era mejor cortar todo esto de raíz y conseguirme a alguien más. 

No preguntes por Aria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora