Capítulo 22

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¡Hola, hola, hola! Antes de dejarles el capítulo solo quería platicarles sobre algo.

Modo serio activado:

He leído algunas historias «eróticas» de Wattpad que de verdad me han dejado pensando. No quiero generalizar, pero en la mayoría de historias hay una cosificación de la mujer que de veras me deja perturbada y me da asco. Mi intención nunca ha sido crear ese tipo de historia, y no planeo hacerlo nunca.

Historias sobre relaciones violentas, secuestradores, mafiosos, sumisas, romantización de violaciones, gore, etc. A mi parecer son tan grotescas, que simplemente no puedo soportar leerlas, y no entiendo cómo a alguien puede gustarle.

Voy a ser directa: Hay muchas cosas de las que no tengo idea, pero jamás escribiría sobre algo sin antes informarme.

Acá no caeremos en relaciones sexuales abusivas, violentas, y donde denigramos al personaje femenino. No señor. Si estás buscando eso, vete a otra historia.

Como adulta que soy, te digo que si eres menor de edad y estás acá (aunque no deberías, pero ya ví en las estadísticas que el 22% de lectores son de 13 a 18 años) para aprender algo sobre sexualidad, anda, hay mejores lugares donde puedes informarte.

⚠️ No vengas a Wattpad pensando en educarte ⚠️

En esta historia solamente plasmo la idea que tengo sobre sexualidad, y puede ser que en varios casos no sea exactamente la correcta. No tomes este libro como tu guía. No quiero causar ningún daño colateral.

En fin, agradezco las lecturas pero siempre me preocupo por el lector y lo que consume. Si estás consumiendo este libro, mi responsabilidad es informarme lo más que pueda y que lo que leas sea de la mejor calidad que soy capaz de brindar.

Si en alguna ocasión lees algo que no tiene coherencia, algo que se sale de la realidad, o algo incorrecto, deja un comentario y lo revisaré.

Yo también estoy aprendiendo al escribir esto. Porque sí, soy virgen y no me da vergüenza decirlo, ¿Vale?

Para escribir sobre vampiros no necesariamente tienes que ser uno. Para escribir sobre el espacio no tienes por qué ser un astronauta. Para escribir desde la perspectiva de un hombre, no hace falta que lo seas. Es lo bonito de la escritura.

Hasta acá mi reporte. Gracias por leer.

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Blake

Steven no dejó de acosarme desde que llegó al apartamento el otro día. No me dejaba ni un minuto solo. Él sabía por todo lo que había pasado, y aunque era mi hermano, a veces sentía que realmente no le importaba, porque ignoraba mis verdaderos sentimientos.

En realidad me sentía un incomprendido.

Traicionado. Abandonado. Solitario. Así me sentía.

—¿No vas a trabajar, Blake?

Mi hermano entró a mi habitación al día siguiente, y se mantuvo en silencio, hasta que decidió emprender una nueva conservación con esa pregunta.

Levanté la mirada, despegándome de mi almohada y lo observé. Su semblante era preocupado, y mantenía una postura firme, aunque sabía que estaba por romperse.

—¿Me ves con cara de querer ir a trabajar? —refunfuñé y volví a meterme entre las sábanas.

Él suspiró y se acercó a mí. Se sentó en uno de los costados de la cama y me observó como si fuera un niño indefenso. Como si fuera un enfermo. Como si no tuviera a dónde ir. Como si la vida me hubiera abandonado.

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