Capítulo 32

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Blake

No me consideraba una persona chantajista. Sabía que ponerle como condición a Carly tener sexo para decirle la verdad, solo iba a ocasionar otra disputa entre ambos. Además no me parecía moralmente correcto. Por eso, decidí contarle la verdad, aunque eso significara perderla para siempre. Y perder el mejor sexo que he tenido en toda mi vida. Mierda, ¿En realidad valía la pena hacer eso?

—¿Me vas a decir la verdad o no? —preguntó, mientras empezaba a buscar su ropa en el suelo para vestirse.

En cuanto me di cuenta que se ponía su ropa interior hice un puchero como un niño. Se me estaban pegando esas malas costumbres de tanto tiempo que pasaba con ella.

—¿Qué quieres saber exactamente? —contraataqué con otra pregunta.

Ella terminó de vestirse y regresó a mi lado. Se sentó sobre la cama y me observó con sus ojos brillando en mi dirección. Empezó a formarse un nudo en mi garganta, porque sabía que era el momento de decir toda la verdad. ¿Pero en realidad estaba listo para eso? La respuesta era que no.

—Llevas meses trabajando como mi asistente Blake, y sabías que quería realizar una alianza con ese hotel... —empezó a decir— ¿Por qué no me dijiste que tu papá conoce al dueño?

Tragué fuerte el nudo que se había formado en mi garganta. Me recosté sobre el colchón, mientras la pregunta daba vueltas como loca dentro de mi cabeza. No conseguí formular otra respuesta más coherente:

—Hace años que no hablo con mi papá.

Ella se recostó a mi lado y me observó por algunos segundos, manteniéndose callada. Supe que tenía que seguir hablando.

—Mi papá no me despidió, yo renuncié —seguí hablando— Trabajé con él desde que terminé la universidad como fotógrafo. Mi papá ha logrado trabajar con varias marcas, incluyendo el Sweet Resort, en parte, gracias al apoyo que yo le dí.

—¿Por qué renunciaste entonces? ¿No te gustaba trabajar con él?

Suspiré de forma profunda y pensé por algunos segundos mi respuesta. No estaba listo para decirle la verdad absoluta. No estaba listo porque esa verdad acarreaba mucho desastre y pena, con la que poco a poco había aprendido a vivir, y no me había ido bien con eso.

Opté por mentir.

—Siempre me gustó la fotografía conceptual, no la fotografía publicitaria —en parte, lo que decía era verdad— Trabajar con mi papá era demasiado estresante para mí. Renunciar provocó una pelea entre nosotros y no hemos vuelto a hablar por eso.

Esa versión de la historia era menos dolorosa. E incluso dejaba pintado a mi padre como una buena persona. A lo mejor podía convencerme incluso a mí, de que esa versión era real.

—Mi papá conoce a Michael Wilson, el dueño del Sweet Resort —continué— Carly, yo sé que pude haber intervenido de alguna forma para ayudarte con ese contacto, pero... —suspiré nuevamente—, simplemente no pude...

Mis ojos regresaron a los de ella y me sorprendió encontrar comprensión en su mirada. Puede ser que se compareciera de mí, por el hecho de que los míos se empezaban a llenar de estúpidas lágrimas.

Ella se acomodó sobre la cama y se deslizó para quedar más cerca de mí, con sus manos refregó algunas lágrimas que se habían escapando de mis ojos, los cuales cerré al sentir el contacto de su piel.

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⏰ Última actualización: Sep 05 ⏰

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