capítulo 35 Preferible morir

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enid corrió con todas sus fuerzas adentrándose en el bosque, no sabía siquiera dónde tenía que llegar pero eso era lo de menos, después de ver cuánto dinero había pagado por ella estaba segura de que valeria no desistirá hasta alcanzarla – supongo que billard le puso ese nombre por la directora Vlad – dijo merlina aún cansada por todos lados mientras se aferraba al pelo de enid – no voy a dejar por nada del mundo que te enfrentes a ellos, en cuanto mi familia se entere vendremos a cazar lobos en invierno – enid gruño mientras evadía algunos arbustos –en algún momento enid tendremos que hacerlo no puedo imaginarme lo que pueden hacer contigo esos enfermos – la lobita emite un sonido gutural mientras llegaba a lo que parecía una carretera a medio construir –reconozco este lugar, sigue la rivera del lago llegaremos al pueblo de Nipigon en un pestañeo – señaló merlina al gran puente que atravesaba el río, estaban muy cerca de donde vlad se había enfrentado a la verdadera billard

enid tenía mucha cuerda para un rato más, corrió por la pendiente hasta llegar al lago y lo siguió hasta que se convirtió en una vertiente de rio, el puente estaba muy cerca pero antes de lograr subir la última pendiente algo la derribó

tambaleante y muy enojado estaba ese ser mitad lobo mitad wendigo, no tardaron mucho cuando una camioneta jeep había llegado con valeria y camila dentro – me acabas de hacer perder mucho dinero pequeña idiota – espetó valeria apuntando con una pistola que seguramente tenía balas de plata, el desgraciado de emmanuelle solo pago la mitad por el maletín de la fórmula de WD ya que nadie se quedó para asegurarse de que pagara la cantidad correcta – sube a la camioneta – ordenó a enid

–graaaaaaa– aquella cosa gruñó mientras merlina trataba de sacar algo de su pecho, había guardado bien aquella jeringa después de sacarla a ese tal Dylan

–confia en mi enid – la lobita gruño retrocediendo sintiéndose asediada por el wendigo y ambas mujeres lobo, merlina bajo de ella y enterró la aguja sobre su bazo

–¡maldita!, Francis mátala – antes de que aquella cosa la tocara enid se abalanzó sobre ella como perro rabioso en lo que merlina trataba de no perder la conciencia, un dolor la atravesó completa sintiendo como cada hueso se rompía y crecía dentro de su piel, vio a valeria acercarse y a camila apuntando con un arma, sin más opciones rodó sobre su cuerpo hasta llegar al lago, se lamento haber dejado a enid sola pero esperaba que valiera la pena

–no podrá con la transformación, es solo una estúpida humana – el tono de desprecio que le dio a su enunciado estaba tan cargado de odio que camila creyó que si no sacaba ese veneno moriría – camila, ayuda a francis a atraparla–

la otra mujer lobo sacó una de las jeringas que guardaba en uno de los compartimentos de su pantalón y se lo inyectó en su músculo femoral, no tardó más de dos minutos cuando la enorme mujer lobo se había transformado.

apenas había dado un paso hacia enid que evadía las garras de aquel windigo con verdadera habilidad cuando una loba negra salió del lago para hacerle frente, las dos lobas se enfrentaron en una cruenta batalla de garras y dientes desgarrando todo tejido posible, aquella loba negra era un poco ms pequeña que la de color gris pero aun así le costaba mucho acertar un golpe que la dejara maltrecha –camila no te muevas – gritó Valeria tratando de apuntar a la loba negra

en su segundo aire de valentía y fuerza merlina prácticamente destrozó la piel de aquella loba que enseguida se tiñó de color rojo, cuando ya no tuvo oportunidad la loba gris cayó rendida para después ser aventada sobre la camioneta dejando a Valeria sin lugar para esconderse, la licantropo revisó el tambor del arma cerciorándose que estuvieran listas para matar a cualquier lobo, solo había tres balas disponibles y estaba segura de que necesitaría otras dos más para dejar muerta a esa Addams tan odiosa al menos qué de forma muy certera diera con la arteria aorta de primera

merlina gruño reactivando su destructora anatomía para acabar de una buena vez con ese insano wendigo, enid se abalanzó sobre una de sus manos mientras merlina mordió con todas sus fuerzas sobre su muslo haciéndolo gritar de dolor

merlina jalo a aquel windigo al agua tratando de ahogarlo cuando con el rabillo de sus ojos captó la imagen de valeria apuntando hacia enid con una enorme escopeta de caza, fue como ver pasar todo en cámara lenta – Pum – de la escopeta no había salido una bala, era una jeringa con un extraño líquido rosa fosforescente, merlina dejó a la hermana menor de las Billard para correr con todas capacidad hasta enid pero lamentablemente la aguja había hecho lo propio sobre su cuerpo

la loba gris de tupe rojo cayo retorciéndose tratando de arrancar ese doloroso proyectil de su espalda, la azabache vio rojo con una sola cosa en mente, acabar con esa idiota usurpadora, después de verificar que enid aun respiraba corrió hacia la camioneta donde valeria se escondía, sorprendiendola disparando dos veces sobre su pecho

las balas atravesaron su cuerpo saliendo por su espalda lo cual valeria lamento amargamente porque ahora había una loba herida y muy enojada tras ella ya que la bala pudo haber podido perforar algún tejido pero no se quedo dentro como para hacer verdadero daño – no me mates – dijo colocando sus manos frente a su cara enseñando una jeringa– mira, acabo de disparar a tu amiga una buena dosis de WD en su cuerpo – dijo quitando la tapa de la punta de la aguja – si no es inyectada en menos de 30 minutos ella permanecerá en ese cuerpo de wendigo toda su vida, ¿ya tengo tu atencion? oh, claro que la tengo.... es la última dosis de antídoto que queda, solo necesito largarme de aquí – dijo tomando su maletín de color plata – déjame irme y obtendrás esto ¿escuchaste? – como no obtuvo una respuesta asertiva después de que merlina le gruñera, valeria empujó el émbolo haciendo que merlina se detuviera y moviera la cabeza en afirmación tratando de no enseñar toda su dentadura –bien... – a lo lejos se escuchaban las sirenas de patrullas que iban acercándose – dejare esto por aqui ¿ok? – dijo poniendo la jeringa sobre el capó del auto destrozado

cuando merlina la vio caminar hacia atrás enseñando nada más que sus manos y ese maletín, se dispuso a tomar la jeringa con una de sus garras dándose la vuelta para atender a enid cuando escucho un tambor moverse y un gatillo ser jalado – pum – apenas pudo voltear para ver la bala aterrizar en su hombro gracias que pudo percibir a tiempo el sonido de el arma ser utilizada, lamentablemente esta vez la bala se había alojado en su clavícula

cuando su cuerpo terminó de rodar ya estaba convertida de nueva cuenta en humano y en una de sus manos estaba intacto aquel antídoto, solo que ahora pasaba por su mente algo ¿que tal si la idiota de valeria la había engañado y ese no era el antídoto correcto?

al lado de ella estaba la loba respirando dificultosamente con ese gran cuerpo deforme cambiado, merlina se tomo el hombro, la idiota tenía que acertar en aquella vieja herida de batalla que tanto le dolía mientras caminaba como podía hasta donde el pecho de enid bajaba y subía – si esa estúpida me engaño, juro que no descansaré hasta acabar con ella – cuando la jeringa fue inyectada merlina perdio la razon, un tanto por la sangre perdida y un tanto por su cuerpo cargado de dolor, lo último que recordó fue la imagen de enid reposando al lado de ella solo así pudo dejar que morfeo reclamara por ella.

Las lunas de Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora