Capítulo 69 El espíritu de un Addams

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Merlina camino entre las ruinas hasta que vio sobre una mesa su figura, Merlina corrió para ver de cerca su espíritu dormido – no puedes tocarla, ese espíritu es mío – la voz de aquella cosa se ocultaba entre las sombras de las ruinas que parecían la sala de armas de un castillo, no podría distinguir si era hombre o mujer el que hablaba pero su voz era gutural y tétrica que hacía eco sobre cada superficie

–sal de dónde te encuentres, muéstrate cobarde– Merlina camino hacia una armadura colocada en una de las paredes para tomar una de las espadas – voy a tomar mi espíritu y nadie va a impedirlo– de las sombras emergió una figura negra que pronto se transformó en enid – ¿Enid? –merlina quería correr a abrazar a la sombría figura de su esposa que tomó una espada de doble filo en sus manos y ahí se dio cuenta que no era en verdad ella

–vamos a ver qué puedes hacer para luchar por ti – la enid falsa corrió con espada en mano chocando su arma en un fuerte impacto

La verdad era que le distraía ver a su mujer con esa sombría figura atacando la pero bien lo había dicho Woody nada es lo que parece – no temo a enfrentarte –

– y porque tiemblas.... Clack... clack.... Clack – las espadas chocaron una y otra vez, la Addams trataba de evadir el filo del arma de Enid esperando poder vencerla a pesar de que sabía que era difícil y casi imposible – me tienes miedo merlina–

Con más coraje estrelló su espada antes de lograr enterrarla en el estómago de Enid quien de inmediato se transformó en su Madre –¿ pero que.....?– exclamó antes de ser lanzada al otro lado de la sala pegándose fuertemente en su cabeza hasta sangrar –aaaaggghhh– se limpió la sangre de su rostro

–eso es lo que querías, enfrentar a tu madre algún día.... Demostrar que eres mejor que ella... –merlina fue levantada con mucha fuerza tomándola del cuello para prácticamente ser de nuevo lanzada a un extremo de la sala

Antes de estrellarse sobre unas lanzas pudo cubrir su rostro esperando el doloroso impacto, con sorpresa abrió los ojos mirando a la figura de una señora muy vieja que tenía las manos elevadas hacia ella haciendo la flotar, la mujer la colocó en el suelo mientras desviaba su mirada hacia la falsa Morticia – Merlina, está es tu pelea...es tu pelea con tus miedos más profundos–

–¿abuela?–

–al fin nos conocemos – dijo la vieja con pinta de bruja – ve.... Envía a ese demonio por dónde vino... vence tus miedos –

Merlina Miró a aquel ente que se transformaba en un Hyde igual a Tyler –me la está poniendo muy fácil – la espada fue tomada una vez más en lo que se abalanzaba sobre la bestia que aunque era herida no se doblegaba, las garras del Hyde la alcanzaron y la pudieron herir – ¿porque yo no puedo lastimarlo?– pregunto tomándose el brazo

–porque estás trabajando en herirlo físicamente y no tratas de herirlo internamente – dijo la vieja

–¿y cómo se supone que puedo hacer eso? Es Un demonio–

–los sentimientos puros sobre todo el amor lo pueden lastimar –

–eso sí será difícil – y más porque Merlina no pudo sentir nada por Tyler, Solo fue un medio para un fin– eres igual de inútil como cuando te conocí, esperabas ganar alguna vez.... – el Hyde atacó con más brío – eres una desgracia aún para la única persona que te quiere.... tu padre... –

–graaaaaa– el hyde se estrelló con la espada de Merlina que ahora sí podía herirlo, retrocedió varios pasos tomando la sangre en sus manos antes de volverse a transformar pero ahora en un wendigo

–qué fastidio – exclamó Merlina mientras la cosa de tres metros se acercaba y gruñía – agh te apesta la boca –de un salto Merlina alcanzó una de las ballestas de la sala aventando una lluvia de flechas haciéndole retroceder hasta que las flechas se agotaron – maldición–

El wendigo corrió para acabar con ella, Merlina se mantuvo de pie con gran valentía tocándose el pecho que brincaba antes de darse cuenta del dije del collar de Teresa, tenía un ave que parecía ser un pavo, sin más opción trató de enfocarse en el momento que se transformaron esa luna llena apretando los ojos escuchando un tambor en su mente –graaaaa– gruño el wendigo peligrosamente

Cuando abrió los ojos sus patas y cuerpo estaban cubiertos de pelo negro. El lobo negro salto sobre la bestia mordiendo al wendigo sobre su abdomen sintiéndose realmente bien derrotado al animal en un santiamén

Merlina vio como la sombra desaparecía en las paredes aullando de dolor en lo que ella corría para ver cómo su espíritu se desperezaba y entraba de nueva cuenta en su cuerpo ya en estado natural –¿Estás lista para volver?– preguntó su bisabuela

–¿eso es todo?–

–es lo único que viniste a hacer ¿No?–

–espera... ¿cómo activo tu anillo? ¿cómo se usa para protección?–

–¿aún no lo sabes...? Lo primero que debes de saber es ¿A quien quieres proteger?–

–a Enid.... A mí familia... a mis amigos...– al fin había personas importantes en su corazón, si le hubiesen preguntado años antes no sabría qué contestar

–eso es lo único que importa... Clack, clack– chasqueo los dedos dos veces haciéndola desaparecer

En el momento que abrió los ojos no estaba en su casa, ni siquiera dentro de la finca o cerca de esta, estaba en un hospital con algunas venoclisis puestas en sus brazos –piiip.... Piiiiip... piiiip...–merlina trato de levantarse pero todo se movió –

–no se mueva– dijo una enfermera que activaba una de las alarmas y trataba de acostarla de nueva cuenta

–¿Qué? ¿Qué está ocurriendo aquí?– pregunto Morticia entrando a la sala – hija– morticia hizo a un lado a la enfermera para tomar en sus brazos a su hija y tratar de tranquilizarla, el llanto de su madre y el abrazo fuerte sobre su pecho la hizo estremecerse

–enid... quiero ver a Enid – pidió Merlina sintiéndose mareada y débil – llámala madre –

–cariño– dijo su padre al marco de la puerta, no era que la figura corpulenta de su padre le sacará de su letargo si no lo que tenía en sus brazos

–ñaaaa ñaaaa– cubierto por una manta negra había un infante llorando, su fino olfato delató el origen del bebé

–madre... ¿Dónde está Enid?–

La cara de Morticia no podía ser peor – lo siento tanto querida –

Las lunas de Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora