Capítulo 50 No pidas clemencia

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"Las imperfecciones no son insuficiencias; son recordatorios de que todos estamos juntos en esto" - Brené marrón



–enid sinclair – un hombre encapuchado salió en mitad de la jauría de lobos – debes de saber que jamás podrás escapar de nosotros –

–luca... pensé que no eras seguidor de las creencias de tu padre – dijo enid manteniéndose en posición lista para atacar y defender a morticia

–correcto, pero deseo formar mi propia jauría lejos de su yugo,como ves la mayoria somos machos y no tenemos muchas probabilidades de sobrevivir sin ti, tu nos servirás como parte de nuestra familia y a cambio te ofrezco protección–

–estas igual de loco que el –

–ja no tienes muchas opciones ¿o si? ¿Cómo fue que pensaste que viniendo hasta acá estarías a salvo? si nosotros pudimos encontrarte ellos lo harán en cualquier instante, están en todos lados.... ven conmigo enid te estoy ofreciendo una protección lejos de cualquiera que te quiera hacer daño–

–¿donde esta merlina?–

–no te preocupes por ella está bien, de todas formas no podría matar a la única opción que tengo para negociar con los addams... traiganla –

como un costal de papas uno de los encapuchados tiro a merlina sobre el pasto, enid corrió a ver que aún se encontrara viva y que los desgraciados no le hubieran hecho daño – ¿que le hicieron? –

–ven con nosotros enid y tendrá oportunidad de vivir – dijo mostrando un frasco pequeño que parecía tener un antídoto –te daremos una familia, protección y sustento –

–pum, pum –un par de disparos hirieron al joven en la mano, de pronto merlina se levantó y entierra una daga sobre su estómago –los addams no negociamos –

los lobos corrieron para hacerle frente a lo que los estaba atacando, de pronto una marabunta de hombres y mujeres demasiado encabritados salían de todas las tumbas listos para acabarlos –pum, pum jajajaja –a la cabeza se encontraba homero dirigiendo a la mayoria de sus parientes que traían consigo armas de su tremenda colección – a la carga mis valientes – dijo como niño a mitad de un juego infantil

unos estruendosos cañones fueron detonados haciendo remover algunas tumbas, del extremo del cañón puesto sobre uno de los autos de lucas estaba pericles que apuntaba hacia donde los lobos se escondían entre los árboles – apenas son como cien, veo a merlina y a enid, tío vamos para allá –

del lado de los lobos varios hombres y mujeres encapuchados se inyectaban una fórmula en su muslo que los hacía transformarse en enorme lobos

–enid agachate – merlina tomó a su prometida y la jalo hacia abajo en lo que su madre era cubierta por su abuela y por vlad, los lobos que antes se notaban aterradores y feroces ahora eran como perritos huyendo del peligro, el chico luca se sacó la daga del estómago y tomo una de las jeringas que tenía para inyectarse sobre un muslo, merlina apenas reaccionó cuando el enorme lobo de color gris oscuro se abalanzó sobre ellas tratando de llevarse a enid, pero no contaba con que la lobita sacaría sus uñas para defenderse perforando su piel peluda con todo su poder

–no te atrevas a tocarla – gritó la nueva integrante de la familia addams que con fieros dientes y uñas estaba dispuesta a hacer lo posible por acabar con la amenaza

–hija, ten – homero aventó una de las espadas japonesas con las que se armaba para que ambas terminaran con su oponente que para nada fue más que un reto momentáneo –deberías de ser un completo idiota para meterte en estos territorios sabiendo que podrías morir – dijo merlina en lo que su madre y padre cubrían sus espaldas

Las lunas de Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora