capítulo 101 Especialmente addams

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cuando enid salió de la bóveda familiar hecha una furia no esperaba encontrarse a la abuela aguardando por ella al pie de las escaleras – ¿ya lo descubriste?– preguntó mientras tejía algo que parecía una bufanda al lado de su gato bastet quien se lamia tratando de quitarse la mugre del pelo

–¿cómo? ¿tu lo sabias?– pregunto con dientes de fuera incrédula de que la abuela no dijera nada hasta ese momento

–lo intuía ...el otro dia vi a tu mujer limandose las uñas y pintarlas de rojo, pensé que para entonces ya lo habrías descubierto... ahora ¿dónde crees que están mi nieta y mi hija?–

enid se estremeció pensando que les habrían podido hacer daño aunque sabía por cuenta propia que ningún humano sería capaz de matar a ambas mujeres – sospecho que dentro de las caballerizas de la mansión chapman ¿vas a acompañarme?–

–estaba esperando a que me lo pidieras –

caminando ambas hacia la puerta se encontraron a largo quien limpiaba una armadura con un mechudo de pluma – aaaagggg – dijo el hombresote

– vamos a ir a la mansión chapman, mis hijos están con Antony en la bóveda, no dejes que nadie entre en nuestra ausencia especialmente merlina o morticia podría ser una trampa .... ah... largo, deberias de liberar a homero, esta en la sala de torturas –

–aaaggg graaa– lentamente dejó su posición para ir por su amo en el piso de arriba

–¿Llevas armas? – preguntó la abuela

–no las necesito – la rubia sacó las garras lista para usarlas, la abuela se encogió de hombros la había visto usarlas antes y nunca había dudado de sus capacidades, se podría decir que si enid algun dia se enfrentará a bastet, el gato saldria lastimado

pasando el pequeño riachuelo que separaba ambas mansiones caminaron por los empastados prados antes de subir a la casa de madera y al establo con caballerizas, las luces estaban apagadas, enid no podía oler a su esposa ni a su suegra cerca, aun asi no desistirian en buscarlas dentro, cuando la lobita dio la señal, la abuela y ella ingresaron encontrandose una macabra escena de color carmin sobre la paja que aun permanecia en el lugar – maldita – gruño la loba

no muy lejos de ahí merlina se encontraba colgando de unos grilletes mientras dormitaba por el cansancio, sus finas ropas negras aún tenían manchas hemáticas de sangre provocadas por el arma que portaba emily, felicia se había encargado hacerle asepsia para que no se infectara –aaaaaahhhh AAAAAHHHH– merlina abrió los ojos después del intenso grito de su madre, podía ver donde la única luz que entraba en una rendija de la puerta que alguien estaba en la sala con ella, de seguro emily, pensó ya que a la pelirroja le gustaba castigarle para sacarle la contraseña de la bóveda, merlina estaba orgullosa de su madre a pesar del dolor, que era más probable que lo disfrutara, no decía como entrar a su sacrosanto lugar de reposo de sus objetos más valiosos –aaaahhhhhh–

después de un rato los gritos cesaron y como siempre su madre no decía nada, cuando felicia entró a la sala donde ella se encontraba se quedó parada con la respiración agitada – no se que cosa enten tramando ustedes pero ya me estoy cansando.... ¿Dime dónde está Emily? –

–ja.... me has mantenido aquí al menos por 180 horas... por cómo discutieron ayer se podría decir que ya te abandono, lo que lamentablemente también podría indicar que esta con enid... ¿Sabes que tenemos propiedades en casi toda Europa? lo que no pudiste prevenir era que te dejara y se llevará consigo el botín – dijo con una sonrisa tratando de incomodar a la rubia

–no estés jugando conmigo... o ¿querrías que el próximo en la sala de torturas fuera tu amado hijo?.... – dijo sonriente felicia cuando la sonrisa de merlina cayó de sus labios formando una mueca de dolor e ira contenida – eso pensé –

Las lunas de Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora