Visita

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Luzu

Había pasado un mes desde lo ocurrido, todos creyeron que el abuelo explotarla en cualquier momento, pero no fue así. Seguramente se calmó después de pensar las cosas en frío. Era una persona mayor y un viejo zorro de los negocios, entiendo que en primer lugar reaccionara con agresividad, pero después debió entrar en razón.

Aún no hablaba con nadie que no fuesen sus esposas—exceptuando a mi abuela— y los hijos de estas, ellos tampoco tenían permitido hablar con nosotros, eso más que un castigo era una bendición.

Por otro lado mi tío progreso mucho en la empresa y logro ganarse el espetó de la mayoría de empleados, gracias a la ayuda de mi padre, él era muy querido por los empleados y ver que ellos dos tenían una buena relación hizo que la gente dejase de verlo como un usurpador. Lo único malo fue cuando la prensa se enteró, por suerte con el tiempo se calmó, pero hubo semanas en las que nadie podía dalia de casa sin que mil cámaras lo siguieran.

No me extrañaría que siguiese alguno que otro rondando nuestras casas pero es fácil tratar con una de esas sanguijuelas.

En cuanto a mi relación con Auron ¿Qué puedo decir que no se sepa ya? Realmente es el amor de mi vida y el único con el que me visualizo caminando hacia el altar. Es el único por el cual me arrodillaria y suplicaria que estuviese conmigo todo lo que queda de esta patética vida.

¿Donde podría encontrar a alguien tannpqciente y lleno de amor que fuese capaz de esperar por mi un año y medio? ¿Que alguien me diga donde encontraría yo a alguien tan perfecto y bondadoso como él?

Como nadie lo sabe, yo prefiero cuidar, mimar y mantener nuestra relación hasta el fin de los fines.

– Luzu, dice Rubius que si no bajamos en cinco minutos piensa ponerse a tocar el claxon. Por favor date prisa, es horrible cuando lo hace. –

Hablando del rey de Roma.

– Me pongo los zapatos y bajo. Ve bajado tu primero. –

Negó y me abrazó.

– Bajemos los dos. – Dijo haciendo un puchero.

– Voy, voy... – Pasé mi brazo por su cintura y le deje un tierno beso en la frente.

Al separarme lo vi con los ojos cerrados y los labios formando un morito. Me hizo mucha gracias ver como pacientemente esperaba otro beso en los labios.

Decidí ser cruel y aunque me moría por dárselo, lo solté y me agaché para atarme las zapatillas.

Cuando acabé miré su rostro lleno de decepción y molestia. Intente enmendar mi error y darle un beso pero me esquivó.

– Entiendo por tus actos que ya no me quieres. Soy el único que sigue luchando por esta relación. ¿Deberia rendirme? – Dijo sin mirarme.

Como le encanta el drama. A veces parece "El Mariana". Creo que ver tantos directos de ese señor le está afectando.

– Vuelve aquí, solo estaba bromeando. – Me reí.

– No, me voy –

Se giró para salir de la habitación. Yo me quedé en mi sitio y no seguí, me crucé de brazos con una sonrisa, él llegó a la puerta y se quedó ahí parado.

Se giró y me miró de pies a cabeza.

– ¿No me vas a seguir? –

– ¿Dejaras de ser tan dramático? –

– ¿Me llamas dramático? Luzu, pensé que no me amabas... Ahora se que me odias. –

Simuló estar llorando y me dio la espalda. Comencé a escuchar el claxon del coche de Rubius.

El hijo del amigo de mi padre Luzuplay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora