El hijo del amigo de mi padre Luzuplay

Fase final

Luzu

– Bien, en cuanto firmemos esto tendrás el 60 % de las acciones, más el que la abuela te dio, tendrás el 70% de la empresa. Quieran o no tendrás más poder de decisión que ellos, los demás no podrán interferir, ni aunque mi abuelo consiguiera obtener el 30% de mi padre. – Dije firmando el papel.

– Luzu... Esto significa mucho para mi, por razones que ya conoces tu abuelo no me permitió estar muy presente en la vida de mi hermano, mi cuñada y mi sobrino... Estoy muy feliz de que confíes en mi aún cuando no pude estar en tu vida activamente. –

– De pequeño no lo entendía... Simplemente creía que papá y tu os odiabais, luego pensé que era por que luchabais por las acciones de la empresa, pero ahora se que ni era así. Además aunque no estabas físicamente, siempre, en todos mis cumpleaños, me mandabas regalos y tarjetas deseandome feliz cumpleaños. Los tengo todos guardados. – Le dije con una sonrisa.

Mi tío sonrió también y firmó. El abogado y los encargados de que este acuerdo fuese legal, dieron el visto bueno.

Mis padres ya sabían de esta decisión antes de firmar, mi padre y mi tío tuvieron una profunda conversación en la cual le contó lo que mi abuela me contó sobre mi abuelo.

En estos dos días se habían llevado mejor de lo que se llevaron en toda la vida.

Yo al fin era libre, mi abuelo no tardaría en darse cuenta... Solo espero que no enfade mucho y me odie por desobedecer y engañarle... Pero, él me empujó a esto.

– ¿Se acabó? – Preguntó Auron.

– Se acabó – Le confirme.

Mi Auroncito saltó a mis brazos. Lo levante de la cintura, abrazandolo contra mi cuerpo.

– Oye, bajame. Que vergüenza. – Dijo contra mi oído.

– Nunca. –

Besé varias veces su suave mejilla mientras el se reía e intentaba esconderse en mi cuello pra evitar los besos.

– Oye, tarro de miel con patas, nosotros también estamos aquí. – Dijo Rubius.

– ¿Qué? ¿También quieres que Luzu te besé?– Preguntó Alex con una ceja levantada.

– A ver... Si es un beso de amigos, no es que diga que... – Comenzó a divagar.

Auron enrolló sus piernas al rededor de mi cintura para sujetarse y luego miro a Rubius.

– Últimamente estas soltando bastantes bromas de este tipo. No serán indirectas a mi novio ¿verdad? – Dijo mi pequeño Koala.

No hacía falta que lo sostuviera él se mantenían agarrado sin esfuerzo alguno.

– Es broma, es broma. A no ser... No,no, lo siento. Sabéis que soy el bromas. –

– Pues bromea con el novio de otro. Por ejemplo el de Alex. –

Rubius miró a Fargan y luego a Alex. Este no tenía ninguna expresión. Se cruzó de brazos y levantando una ceja miró a Rubius.

– Por mí bien. Adelante, di algunas de tus "graciosas" bromas. –

La voz de Alex era tan fría que me dio miedo hasta a mí.

– Mejor... Dejo de hacer estas bromas, ya no me parecen graciosas. – Dijo Rubius, sabiendo que no ganaría en un enfrentamiento con Alex.

La altura en el caso de Rubius no era una ventaja si su oponente era Alex.

– ¿Vamos a comer a tu casa hoy? – Preguntó Auron sacándome de mi imaginación, donde en un ring un Rubius y un Alex se peleaban a muerte.