Firmas

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Luzu

Me miré en el espejo antes de reajustarme por decima vez la corbata. Odio usar corbata, pero hoy debía ser el nieto más educado y obediente del mundo. Hoy firmaría el acuerdo que me otorga el 60% de la empresa. Toda mi familia estaría presente en esa "fiesta". A mi abuelo le encanta hacerlo todo por alto. Lo que seria una simple firma de papel se convertido en todo un lujoso y gran evento social. Si antes estaba en el punto de mira ahora lo estaba el triple.

La ultima fiesta que fue y que organizo mi abuelo fue todo un desastre, Auron y yo lo pasamos horrible, incluso me peleé con mi abuelo. Esta vez debe ser perfecto, no puedo despertar sospechas y más estando tan cerca del final de esta farsa. Alguien tocó la puerta y entró, era mi abuela.

Le hizo una señal a las personas que me habían elegido vestimenta, peinado y puesto algo de maquillaje, se supone que esto se retrasmitirá en directo en alguna gran cadena de televisión.

–¿Cómo te sientes?– Preguntó mi abuela.

La miré a través del espejo.

– Nervioso, agobiado, estresado. En resumen con ganas de que todo acabe y poder estar con Auron y mis amigos.– Dije tirando de la incomoda corbata que me apretaba.

Ella se acercó y con rápido movimiento de manos la desató.

– Estas mejor sin ella. Eres joven, necesitas ese toqué desenfadado.– Dijo con una sonrisa, mientras arreglaba el cuello de mi camisa.

– Gracias, abuela. –

– Es lo que un abuelo debe hacer por su nieto, cuidarlo y apoyarlo al igual que sus padres... Siento mucho que tu abuelo te este presionando tanto, has acabado en mitad de una guerra por la estúpida empresa. –

– Confío en el tío, siempre me ayudo mucho y no guarda rencor a nadie cuando estaría más que justificado.–

– Es por que lo crie yo, no tuvo influencia de tu abuelo. Además no vale la pena vivir una vida odiando, siempre es mejor perdonar, pero tu abuelo no sabe de esto. –

La abuela vio los regalos perfectamente envueltos que ocupaban la mitad de la gran habitación, los habían traído los invitados. Ella suspiró y me miró.

– ¿Qué pasa?– Pregunté.

– Yo... – Se detuvo a si misma y apartó la mirada.

– ¿Abuela? –

Me acerqué a ella con cuidado.

– Hijo ¿Por qué no dejamos las cosas como están? Tu abuelo se enfadara mucho cuando se enteré de que lo has engañado, temó lo que se le pueda llegar a pasar por la cabeza a ese viejo rencoroso. –

La abuela parecía realmente asustada y preocupada.

– Tranquila, no me hará nada. Soy su nieto. Además soy el único que tiene, con lo mucho que le gusta el linaje no se arriesgaría a hacer que lo odie y me desvincule de la familia, seria una "gran vergüenza" para él.–

Mi abuela tomó mi mano y me llevó hasta el sofá donde nos sentamos ambos.

– Te voy a contar algo del pasado de tu abuelo que solo él, yo y dos personas más sabían. – Susurró

La abuela miro a su al rededor.

– ¿Por qué no me llevas a dar un pequeño paseó por los al rededores? Aun queda tiempo para que tengas que aparecer frente a la gente.–

Asentí y ambos salimos del gran lugar sin que nadie nos viera. Fuimos a un parque cercano y nos sentamos en un banco alejado de la gente.

– Abuela ¿Qué es tan secreto que tenemos que salir del lugar y venir hasta aquí?–

El hijo del amigo de mi padre Luzuplay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora