Sobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo.
Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie.
El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...
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- Conozco un poco el arte de curar. Tal vez pueda ayudarte.
- ¿No Crees que ya intenté de todo? - Jungkook gritó caminando por el cuarto como una fiera enjaulada - ¡Mandé a buscar a cada brujo y curandero del reino. Pero nada pudo ser hecho!
- No sé nada respecto a brujos y curanderos, sin embargo tengo un buen conocimiento del arte de curar. Por lo menos déjame intentar.
- ¿Por qué? - Jungkook preguntó en un tono irónico y cruel - ¿Porque quieres tener un hombre completo como marido? Un caballero que sea capaz de proteger sus propiedades y no un maldito ciego a quien se le puede arrancar algo de la mano en cuestión de segundos?
- No eres una persona indefensa. Tienes hombres y Taehyung para liderarlos en caso que...
El barón lo cortó en medio de la frase.
- Estoy montando un buen espectáculo, pero de poco servirá cuando la verdad sea conocida. La charada de la magia negra y el diablo no nos protegerá para siempre. Es sólo una cuestión de tiempo hasta que alguien decida poner la leyenda a prueba y me desafiará. Sobretodo con las propiedades y la riqueza que tú me trajiste a través del matrimonio.
- Pero con seguridad el rey...
La risa amarga de Jungkook lo cortó en seco.
- ¿Crees que Namjoon necesita un vasallo ciego para cuidar de los intereses de la corona? ¿Un ciego para participar de batallas y proteger las fronteras del reino? ¡Me parece que no! Él sabe que estoy inválido y me deja en paz, pero no podrá protegerme. Tarde o temprano el mito que he creado caerá. ¿Y entonces qué será de ti y de tus propiedades?
- Entonces haremos lo que debe ser hecho - Jimin respondió muy calma.
- ¿Cuál es tu opinión sobre tu sabia elección ahora, mi lord? ¿Estás muy arrepentido?
- ¡No! - Jimin gritó determinado - No me arrepiento de nada y tú no serás capaz de hacerme cambiar de idea usando esas palabras odiosas.
De repente Jungkook estaba a su lado, abrazándolo. Tembloroso de emoción, Jimin presionó su rostro contra su pecho, sabiendo que la única cosa que realmente lo había amargado había sido la explosión de violencia de su marido.
Pero estaba seguro que el barón hablaba de la boca para afuera porque no lo quería ver muerto y mucho menos de rechazarlo como marido. Él sólo había exhibido su dolor crudo y su atroz vulnerabilidad.
Allí estaba un gran guerrero acostumbrado a la vida al aire libre, un verdadero líder, fuerte e inteligente, un hombre especial que de repente se había visto obligado a esconderse del mundo... Primero en Man Deok-dong y luego, cuando su esposo le había sido impuesto, se había exilado en sus propios aposentos, ciego y solo.
