Pero como cualquier otro recuerdo, estaba comenzando a desvanecerse.
A veces se preguntaba si no había sido solamente un sueño. ¿Realmente ese beso había sucedido días atrás? Sin lograr contener el impulso, Jimin llevó sus dedos a sus labios, como si intentará recapturar esa exquisita sensación dolorosamente deliciosa.
Entonces, irritado con su propia tontería, hundió la cabeza en el agua y se puso a lavar su cabello.
Al terminar su baño, Irene le entregó uno de sus hermosos trajes que había traído de Hoedong-dong. Fuese por una simple cuestión de satisfacción personal o por mera curiosidad, estaba decidido a causar la mejor de las impresiones en la cena de esa noche.
El traje de terciopelo color granate; el pantalón ceñido a mis piernas, con camisa negra de grasa transparente con escote en V mostrando mis sensuales clavículas, las mangas con un estilo romántico con doble pretina; acampanada en las muñecas, un corset underbust negro con cadenas como adornos en las orillas de la prenda colgantes. Me miro al espejo, la prenda me queda hermoso; la camisa mostraba mi torso con un escote marcado hasta el valle de mi pecho una visión mostrada con osadía; acompañado con unos botines de tacón
Una tiara de oro adornaba su frente y en sus orejas unas chispas de diamante. En la oscuridad de los aposentos del Caballero Rojo, Jimin lo miró provocativamente mientras cenaban, buscando actuar de una manera sensual y descarada al grado de morder su labio inferior.
Pero Jungkook parecía indiferente, o estaba intentando ser completamente ajeno a sus tentativas de seducción.
Para complicar la situación todavía más, él ni siquiera daba muestras de mirarlo. ¿Por qué tomarse el trabajo de parecer hermoso y deseable? El Barón ni siquiera lo miraba, Irene con seguridad no lo aprobaría por buscar despertar la atención de un hombre que se escondía en las sombras, como un leproso... o algo peor... Si tuviese una pizca de sentido común, la nana debería estar de rodillas agradeciéndole a Dios porque el barón la dejara en paz.Jimin corrió el plato a un costado, esforzándose por creer que su inquietud y frustración se debían
a un cambio de luna y que nada tenían que ver con ciertos deseos inconfesables.Aún así, cuando Jungkook habló, el tono bajo y profundo de su voz lo dejó enteramente electrizado.
- ¿Vas a cantar para mí esta noche?
- Si quieres. ¿Debo llamar al muchacho para que toque la flauta?
- No es preciso. Tu voz es tan bella que no necesita acompañamiento.
Feliz con el elogio, Jimin cantó una canción tras otra. Su favorita era una balada de amor, triste y dulce. Y fue con esa canción que el doncel dio la noche por terminada.
-¿No vas a cantar ninguna más? - Jungkook preguntó sin disimular su decepción.
- Por hoy es todo. O mañana estaré muy ronco.
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꧁ᎬᏞ ᏟᎪᏴᎪᏞᏞᎬᎡϴ ᎡϴᎫϴ꧂ ꧁𝘬ꪑ꧂
Fiksi PenggemarSobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo. Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie. El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...