Sobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo.
Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie.
El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...
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- Mi vecino es una persona arrogante, siempre está codiciando mis tierras - Jimin no le explicó que lord de Kim también insistía en conquistarlo - ¿Conoces al Barón Kai?
- No.
- Buena Suerte la tuya. Es el tipo de amistad que yo no les aconsejaría a cualquiera cultivar. Kai es mentiroso, ladrón y traicionero, siempre desparramando sonrisas falsas y palabras dulces cuando en la realidad intenta invadir a Hoedong-dong a mis espaldas.
- ¿El nunca atacó tu feudo? - El barón indaga, su voz repentinamente dura y fría como el acero.
- No. En mi opinión él no tiene el coraje suficiente para luchar, por eso busca alcanzar sus objetivos usando intrigas y amenazas veladas. También cuenta con la atención del rey. Apuesto que debe estar hablando en los oídos de Namjoon ahora mismo, expresando todo su ultraje.
- ¿Quieres decir que el tal Kai quería casarse contigo?
La ferocidad contenida en la pregunta del Caballero Rojo lo sorprendió.
- Si - Jimin respondió después de algún tiempo - Kai siempre quiso Hoedong-dong y después de la muerte de mi padre, creyó que había llegado el momento. Se convirtió en una peste tan grande, que debí instruir a los guardias de los portones para que no lo dejarán entrar. Yo... yo no confío en ese hombre - Todavía se acordaba como una de sus siervas más fieles lo había alertado de la posibilidad de que Kai intentaría desonrrarlo para obligarlo a casarse con él. Desde entonces había ignorado todos los pedidos del lord para ser admitido en Hoedong-dong.
Jimin suspiró profundamente antes de continuar.
- En mi opinión se trata de una persona demasiado estúpida para darse cuenta que los de Park sabían cuál era su verdadero carácter. Es tan arrogante que es incapaz de imaginarse que algún doncel pueda decirle que no. Se convirtió en dueño de un feudo a través de su casamiento. Con seguridad consiguió engañar a la pobre de su esposa con su buena apariencia y su encanto falso.
- ¿Él estaba casado?
- Si. La esposa de Kai murió muchos años atrás, probablemente a consecuencia del largo tiempo en que su marido la dejó confinada dentro de una de las torres del castillo - Jimin levantó la cabeza, deseando que los aposentos no estuviesen tan oscuros para que pudiese juzgar la reacción del barón a sus palabras - Él se pondrá furioso cuando descubra que elegí a otro hombre como marido.
- ¿Kai realmente creía que ibas a escogerlo a él?
Jimin se rió.
- Si. Estoy seguro que esperaba ser el elegido porque se considera lo máximo. También pensaba que yo iba a preferir un rostro que ya me fuese familiar.
- Y estás muy lejos de haber elegido un rostro que te es familiar.
- Eso mismo - Jimin concordó, hallando el comentario de su marido casi... divertido.
