Entonces se trataba del famoso Xiumin, el custodio que Taehyung había designado para acompañar a Irene las 24 horas del día.
El problema era que los dos parecían tan diferentes como el agua y el aceite. ¿Cómo podrían entenderse?
- ¿Oh, si? - la nana indagó irónica - Es mejor que tenga cuidado de las palabras y del modo en que se dirige a mi, o será puesto a montar guardia afuera. No estoy hablando en broma.
- No me vengas con esa historia, pues sabe perfectamente que extrañaría mi ausencia, en especial durante las largas noches frías de invierno... Irene se quedó perpleja ante su respuesta.
Jimin quedó atento, seguro de que Irene comenzaría con un sermón furioso por su atrevimiento. Sin embargo la respuesta de la nana no pasó de un protesta poco entusiasta.
- Como si usted pudiese protegerme. Ni siquiera tiene carne en esos huesos.
Xiumin se recostó en la silla, sonriendo de oreja a oreja, pareciendo muy cómodo con el desarrollo del diálogo.
- Tengo carne suficiente donde más importa, no es así, Irene?
- No voy a quedarme aquí, oyendo esta conversación indecente. Especialmente en la presencia de mi lord.
Jimin retribuye la sonrisa del soldado.
Los cabellos platinados del hombre, dejaban claro que él ya había pasado la edad madura para preocuparse del efecto que sus palabras pudiesen tener sobre terceros.
- Mi lord tiene aspecto de ser un doncel bien amado - respondió Xiumin - Lo que no me extraña, considerando el tamaño de su marido. No creo que él se ofenda con nuestras palabras - mientras Jimin intentaba no ruborizarse recordando lo que pasó en su habitación, al oír ese comentario, su nana se levantó decidida.
- Espera, todavía no terminé mi comida - Xiumin protestó.
- Te puedes quedar o venir, porque a mí no me importa en lo más mínimo.
Terminando de tragar un bocado generoso de comida y agarrando un pedazo de pan, el soldado casi salió
corriendo detrás de Irene, como un cachorrito siguiendo a su amo.Fascinado, Jimin observó a la pareja alejarse. Irene parecía caminar de manera diferente, con un ondular suave en sus caderas. Desde la muerte de su marido, ella jamás se había involucrado con ningún hombre.
Aquella disputa con el soldado no sería más que una escena, una fachada para disimular sentimientos más profundos. Sería perfecto y un verdadero alivio. Tal vez con algo o alguien que la mantuviera ocupada,
finalmente acabaría aceptando la nueva vida en Man Deok-dong.La idea lo hizo pensar en su propio cambio de actitud. Después de la noche anterior ya no podía considerar al castillo como una residencia temporal.
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꧁ᎬᏞ ᏟᎪᏴᎪᏞᏞᎬᎡϴ ᎡϴᎫϴ꧂ ꧁𝘬ꪑ꧂
FanficSobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo. Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie. El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...