꧁​ᥴꪖ​ρ 15 ꧂

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Vistiendo una armadura, Jungkook era algo que quitaba el aliento, aún en la oscuridad.. Grande, bien proporcionado, como un árbol sólido y altivo. A pesar de estar bebido, sus movimientos con la espada eran elegantes. Pero estaba claro que el vino lo afectaba porque él parecía tener dificultad en acertar el blanco. 

Jimin suspiró profundamente, admirando a su marido. El Caballero Rojo no podía ser comparado con otros  hombres en general. El poder que de él emanaba era algo infinitamente superior. Ya había asistido a muchos torneos y había visto fabulosos guerreros; sin embargo nadie lo había afectado tanto. 

Atónito, se dio cuenta que lo deseaba con pasión. Quería ser poseído allí mismo, en el suelo frío, bajo la luz  de la Luna, los labios calientes apretando los suyos, el cuerpo musculoso envolviéndolo…Jimin tragó en seco, buscando ignorar esas fantasías sensuales. Sólo podía estar bajo los efectos de la luna misteriosa... 

De cualquier manera, su marido parecía estar demasiado bebido para entretenerse con juegos amorosos y  probablemente no aceptaría de buen grado sus atenciones. Pero, como esposo, tenía el deber y el derecho de ayudarlo ahora. 

Lo que, en este caso, significaba llevarlo a la cama y asegurarse que los otros  habitantes del castillo no lo viesen en ese estado. En el momento en que abrió la boca para llamarlo, lo oyó  gritar: 

- ¡Jimin me considera un medio hombre! - Jungkook rugió, agitando la espada peligrosamente. 

¿Su marido se refería a él? ¿Pero cómo, si él lo consideraba mucho más hombre que cualquier otro? La  ferocidad de los golpes era tan terrible, que Jimin dio un paso hacia atrás, percibiendo que el barón estaba furioso, como nunca antes lo había visto.

Jungkook debió haberlo oído moverse, porque inmediatamente se quedó quieto, y su cuerpo rígido, a la espera... 

- ¡No es verdad! Él está interesado en usted - respondió una voz. 

Jimin se dio cuenta que se trataba de Hoseok de pie a una distancia segura del barón - Si al menos... 

- ¡Quédate quieto, idiota! 

El modo ríspido en el que él le respondió al siervo, renovó su coraje de enfrentarlo. Cuando los otros medios fallaban, le cabía a él tomar la situación en sus manos y resolverla. 

- Ven a la cama, esposo - Jimin habló, dando un paso al frente. 

Aunque ya hubiese sido testigo de la ira de su marido, no estaba preparado para la reacción de él. Jungkook se 
dio vuelta, una figura enorme protegida por las sombras, un caballero negro y mechas rojas en la oscuridad. Como un ángel vengador, él sacudió la espada en el aire con suficiente fuerza como para arrancarle la cabeza a un hombre. Jimin se dio cuenta que se no estaba a una distancia segura y que podría ser partido en dos. 

꧁ᎬᏞ ᏟᎪᏴᎪᏞᏞᎬᎡϴ ᎡϴᎫϴ꧂ ꧁𝘬​ꪑ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora