Sobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo.
Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie.
El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...
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Sólo le quedaban Irene, con sus historias bizarras, el muchacho de la flauta, la cocinera y su hija. Hoseok no contaba por que se mantenía siempre callado. Taehyung había surgido como una alternativa a la atmósfera solitaria del castillo.
Hasta que el Caballero Rojo había logrado arruinar todo. Y fue eso lo que más lo enfureció. La certeza de que el placer de un día pasado al aire libre, había quedado perdido para siempre.
Jimin entró a los aposentos de mal humor, los ojos buscando la silueta alta de su marido. Pretendía aclarar las cosas inmediatamente, pero la presencia de una tercera persona lo hizo cambiar de idea.
- Mi lord - lo saludó Taehyung.
Tal vez Hoseok hubiese exagerado la seriedad de la irritación de Jungkook, pensó. Tal vez él mismo se había agitado tanto por nada.
- Mi lord - El tono de voz del barón sonaba calmo y controlado, dejándolo un poco más aliviado. Para su sorpresa, su lugar en la mesa había sido puesto al lado del vasallo, ¿Una especie de trampa, tal vez?
- Jungkook, se te olvidó decirme que la belleza de tu esposo supera a la de la más bella joya.
Al oír el elogio del vasallo, Jimin casi se atragantó con el vino. ¿Ese insensato no tenía noción de cuán peligroso era despertar la ira del Barón Jeon?
- En la aldea las personas comentan que nuestro Caballero Rojo ha encontrado un ángel. Pero yo no imaginaba que los aldeanos hablaban de manera tan literal.
Jimin se quedó tenso, aguardando la explosión de su marido. Sin embargo, nada sucedió.
- Si...es lo que dicen todos los que han tenido el privilegio de contemplar su belleza.
A pesar de las palabras gentiles, Jimin se sintió intranquilo. Había algo de amenazador escondido bajo ese manto de delicadeza. Un peligro creciente emanaba de la figura escondida en las sombras. ¿Taehyung no era capaz de darse cuenta de eso? Aparentemente no, porque las palabras siguientes del vasallo no demostraron ningún tipo de cautela.
- Jungkook me contó que el casamiento fue arreglado por Namjoon, mi lord. ¿No quedó sorprendido al descubrir que sería el esposo del Caballero Rojo? Muchos donceles y mujeres estarían aterrorizados con esa perspectiva, considerando la reputación del Barón Jeon.
- No, no quedé nada sorprendido, ya que la elección fue mía. Yo lo escogí - "Y por cierto, fue un error terrible" tuvo ganas de agregar.
- ¿Lo escogió ? No estoy entendiendo.
Jimin quería que la tierra se lo tragara. Hoy por la mañana había pensado en poner un punto final a la curiosidad de Taehyung, pero por lo visto el vasallo seguía siendo osado con más y más preguntas. ¡Y en presencia del Caballero Rojo!
