(°°°°Jimin se encogió, horrorizado.
¿La mujer le estaba diciendo que envenenara a Jungkook?
- Así quedarás libre, criatura. Libre para volver a tu hogar, a tu antigua vida. Libre para administrar tu propio castillo sin interferencias... o distracciones.
- Si, pero.
- Sólo debes poner un poco de estas hierbas en la cerveza de tu marido.
Jimin sacudió la cabeza , sus pensamientos volvían al alivio y al placer que había encontrado en esos brazos fuertes. No le importaba lo que o quien Jungkook era.
- Jamás tendría coraje de matarlo. No puedo hacer eso - murmuró desesperado.
- Niño tonto. No es preciso matarlo. Sólo usarás las hierbas para verte libre de él para siempre. ¿Después de
todo no es eso lo que quieres? Tienes que decidirlo ahora - la viuda Choi insistió - ¿No es eso lo que quieres?- ¡No! - Jimin gritó con todas sus fuerzas y se sentó en la cama. - ¡Quiero a Jungkook! °°°)
- Estoy aquí - La voz calma y profunda apartó la pesadilla. Entonces su esposo lo abrazó, haciéndolo sentirse seguro, protegido... y querido.
Luego, antes del amanecer Jimin despertó. Inspirando profundamente, él se sintió repentinamente bien. Lentamente, abrió los ojos y reconoció su propio cuarto. Un brazo fuerte le rodeaba la cintura.
- ¿Jungkook? - llamó bajito. Los recuerdos comenzaron a volver, después de horas de total confusión.
Recordaba la visita a la viuda Choi, su vuelta al castillo, de haber cenado con Jungkook... y de las pesadillas horribles. La viuda le había dado una mezcla de hierbas, pero podía jurar que había arrojado el paquete. Por nada en este mundo, por más difícil y extraño que pudiese parecer, jamás tendría el coraje de desprenderse de Jungkook.
Vacilante, deslizó sus dedos por el pecho masculino, queriendo tener certeza de que ese marido misterioso continuaba vivo y respirando.
- ¿Jimin? ¿Te sientes bien ahora?
Él asintió con la cabeza, demasiado conmovido como para confiar en su propia voz. ¿Cómo había podido ser tan idiota? ¿Cómo había sido capaz de desear romper el encantamiento que los unía? Ah, cómo deseaba no si siquiera haber oído hablar de la viuda Choi.
- ¿Por qué? - Jungkook preguntó en un tono ronco y emocionado.
¿Jungkook sabía toda la historia? Se sentía avergonzado de haber buscado a la curandera y por su propia
debilidad y estupidez. Nunca debería haber traido el paquete al castillo porque de algún modo las hierbas
habían ido a parar a su estómago, poniendo en riesgo su salud, su paz de espíritu y la tregua con su marido.
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꧁ᎬᏞ ᏟᎪᏴᎪᏞᏞᎬᎡϴ ᎡϴᎫϴ꧂ ꧁𝘬ꪑ꧂
Fiksi PenggemarSobreviviente de la terrible fiebre que acabó con la vida de sus dos hermanos, la sorpresiva muerte de sus padres, lo había dejado solo. Con una fortuna que él sabía administrar mejor que nadie. El rey de Corea le había ordenado casarse, si no toda...