Un Amor ¿De Verdad O Mentira? (Verdades o Mentiras #1) ✅

61 • Eres mi bonita, Mónica

Dave

Mónica me observa con los ojos desorbitados y las mejillas sonrojadas de una forma que nunca habían estado.

Me esperaba esa reacción, pero aún así no me quita la incertidumbre de saber qué pasará después, tampoco el qué está pasando ahora por su cabeza.

Vale, que no siempre estoy seguro de las cosas, puedo ser impulsivo, o a veces pienso minuciosamente todo, pero de esto estaba muy seguro: la amo demasiado y tengo la certeza de que mi vida sin ella sería muy diferente.

Es... asombroso lo enamorado que me tiene esta chica que para otros puede ser odiosa, antipática y egoísta, ¿Para mí? La chica que amo mucho y que se a vuelto parte de mi completo todo.

Mónica sigue en su silencio sepulcral, aún con los ojos desorbitados pero sin las mejillas tan sonrojadas. Intenta decir algo varios segundos después pero nada sale de su boca, solo balbuceos incoherentes o incompletos, hasta que resopla viendo a otro lado.

Suelto mi agarre de su cintura y ella se pone de pie, camina de un lado a otro murmurando cosas que no entiendo. Mónica parece una especie de caricatura ideando un plan para conquistar el mundo, solo que nerviosa y ansiosa. Yo solo me mantengo en silencio aún sentado en el sofá. Desde que formalizamos la relación, supe que ella no solo me llegaría a gustar, ¡Venga ya! Incluso sin siquiera intentarlo, Mónica te da todas las razones para quererla hasta llegar al punto de enamorarte perdidamente: es bonita, bajita, tiene unos ojos preciosos y su cabello es único. Y si hablamos más allá de su físico, su personalidad es lo que te engancha de verdad.

Es que de ella me gustan tantas, pero tantas cosas, incluso para mí su nombre es único aunque hayan miles de personas en el mundo llamadas igual, solo en ella es perfecto. Coincide con todo lo que es: su sonrisa, su sentido del humor, su inteligencia, su voz, su corazón. Todo en ella para mí resulta perfecto, incluso esa personalidad que tiene. Podrá volverme loco, pero lo hace de todas las formas increíbles que existen y eso no lo hace cualquier persona.

A fin de cuentas, todo siempre se reduce a la última persona en la que piensas en la noche, es ahí donde está tu corazón. Y por muy cursi que suene, ella siempre es lo último que se pasa por mi mente antes de dormir.

Mónica por fin detiene su andar y se para a unos cuántos pasos frente a mí, aún tiene esa expresión de sorpresa y sus manos a cada lado, recalcando su confusión.

—Tú... tú... ¿Qué?

Encojo los hombros como respuesta pero eso no parece ser suficiente para ella porque frunce el ceño molesta, intentando parecer intimidante. Nunca me a parecido intimidante y creo que nunca lo hará.

—¿Te sorprende tanto?

—¡No estoy para sarcasmo, Dave! —exclama, dando un pisotón gracioso en el suelo.

Aprieto los labios para no dejar ir la carcajada. No te rías, Dave, no te rías.

—Vale, perdón —Mónica sigue viéndome molesta y en espera de una respuesta—. Relájate primero, ¿Vale?

—Estoy relajada.

La miro arqueando una ceja.

—Claro y yo no dije lo que dije —se cruza de brazos—. Bueno, ¿Qué quieres que te diga, bonita? Te amo, sí, no es mentira, ni broma ni nada por el estilo. Desde el momento en que me enamoré de ti supe que no solo te querría. Te has vuelto parte importante de mí, Mónica —ladeo la cabeza, viéndola con una sonrisa—. No sé cómo creíste que solo podría quererte, bonita.

—Bueno...

Meneo la cabeza riendo. Ah, a veces su inocencia me gusta tanto.

—¿Para qué mentirte? De verdad que eres una de las cosas más lindas he importantes que tengo.