Mónica
Llamada entrante de Amapola.
—¡Moni! —exclama alegre mi mejor amiga al contestarle—. ¿Dónde estás? Estoy en el parque y no te veo.
Oh, me va a matar si se entera que ni siquiera he salido de mi casa.
—Hey, ¿Mónica?
—Eh, sí, estoy aquí.
La escucho reír.
—¿«aquí» dónde, Mónica? Aún no te veo.
—Sin colgar, Pola.
—Ah, ya —se ríe.
—Espérame en el monumento a los soldados, estoy cerca de ahí.
—Vale, te veré ahí. ¡Adiós! —se despide con su habitual alegría para luego colgar.
Subí rápidamente hacia mí habitación, dónde paredes morado claro me recibieron, me cambié la camiseta por una más fresca ya que tenía algo de calor, me amarré el pelo en una coleta de caballo bajando las escaleras. Afuera, cierra la puerta principal con mi pie y me encamino al parque.
El parque no quedaba lejos de mi casa, a pie eran solo cinco minutos, pero teniendo en cuenta de que yo camino muy lento y que el monumento a los soldados estaba lejos de la entrada que suelo tomar, me tomaría al menos unos quince minutos en llegar. Pero cómo iba tarde y sabía como se ponía mi mejor amiga si la dejaban esperando, fue la razón por la que eché a correr. Me gustaría haber ido en mi bicicleta, pero la pobre tenía un neumático desinflado el cual mi hermano no se había dignado en inflar.
Lo haría yo, pero esas cosas le salen mejor a él. A mí denme un tazón con mezcla de pasteles, chocolate y chispas y te hago un delicioso postre.
Cuando llegué al parque estaba más que cansada, en el camino al lugar donde había quedado con Amapola, voy recuperando la respiración y el color natural de mi cara.
Demonios, estaba agotada.
Al estar lo bastante cerca, pero aún sin ser vista por mi amiga, reparo en que está hablando animadamente con un chico un poco más alto que ella, desde aquí podía ver qué su cabello era de un color caoba.
Pobre chico, ya lo a de tener loco en el tiempo que te estaba esperando.
Amapola no es tan mala.
Ajá, claro, y yo no soy la conciencia de todos ustedes.
¿Qué?
Ah, nada, nada, sigue con tu camino, ¡Sigue el camino amarillo!
Ya está, me volví loca.
Decidí pasar de la voz en mi cabeza para caminar hacia donde estaba mi mejor amiga. Escucho sus comentarios y la risa del chico por ellos.
—Hola, Pola —saludo al estar cerca—. Hola, chico que no conozco —digo, mirando al chico.
—¡Moni! —Amapola salta de su asiento para venir a abrazarme.
—Hey, que lindo verte —correspondí a su abrazo. Me gustaba tener a mi mejor amiga de vuelta.
—Igual, Moni-Moni —me reí del apodo.
Cuando nos separamos, el chico aún seguía sentado en uno de los peldaños del monumento blanco, observándonos con una pequeña sonrisa.
Le fruncí el entrecejo.
—Desconocido —digo lo obvio.
—No es un desconocido —niega mi mejor amiga.
—¿Ah, no?
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Un Amor ¿De Verdad O Mentira? (Verdades o Mentiras #1) ✅
Novela Juvenil• COMPLETA • Algún sabio dijo una vez: "Del odio al amor, hay un solo paso." ¿Cuántos hay entre la verdad y la mentira? ¿La misma cantidad? ¿Muchos pasos más? Una cantidad incierta, a decir verdad. La pregunta constante que se suele hacer. Las d...