Capítulo 25| Sentimientos indeseados
Guianna— ¿Cómo que es peor de lo que pensabas? —pregunto confundida.
Francisco cierra los ojos con fuerza, como si se contuviera de decir algo que haría explotar el mundo. Mientras yo le observo, noto como su respiración está alterada y sus ojos clavados en un punto nulo.
— Guianna —pronuncia mi nombre con cierto temor—. Debes saber que... —Maldice entre dientes—. Si te digo la verdad... No...
Por primera vez, no siento un ambiente de pelea ni odio entre nosotros, sino preocupación. ¿Se preocupa por mí? ¿Esto es real o es mi cabeza haciendo de las suyas?
— Francisco, me estas asustando —suelto con voz miedosa.
Él da una carcajada amarga.
— Créeme que debes de hacerlo.
Ahora si tengo miedo, porque ¿cuándo Francisco Blackblood se preocuparía por mí? Me parece rara su compostura y tono de voz, siempre temerario y frio, ahora lleno de temor. Esto es muy extraño.
Él se pasa las manos por el cabello, ligeramente perturbado que, paréntesis, ¿cuándo él se perturbaría? Porque, en los meses que lo conozco, absolutamente jamás lo vi de esta manera. ¿Será que ahora mis sueños tienen este nuevo toque?
— ¿Por qué te preocupas por mí? —me sale del alma la pregunta.
Francisco quita las manos de su rostro y alza una ceja.
— Oye, tengo un acuerdo contigo y quiero irme en paz —responde con voz seca. Yo lo miro extrañada—. No me mires así, soy un hombre de palabra.
— No puedo evitar sentirme importante.
No me devuelve una mirada amigable y suspira.
— Te quiero decir la verdad, pero si lo hago, correras un gran riesgo. Pero a la vez, podre... Podré hacer que no te suceda nada malo.
Ante mi reacción tan sorprendida, suelta una carcajada insonora:
— No acostumbras este trato, ¿verdad? —inquiere con arrogancia. Hace un ademán con su mano derecha—. No creas que sucederá otra vez. Te hice un juramento, y sino lo cumplo, quedare como un mentiroso. Yo me iré al infierno adonde pertenezco, y tu estarás tranquila aquí en... —Mi cara debe le debe hacer justicia a mis sentimientos, porque Francisco suelta un fuerte resoplido—. ¡No me mires así! Solo quiero hacer algo bien por alguien. ¿Tan extraño es?
Y, mientras lo miro con los ojos bien abiertos y demasiado descolocada, confundida y apabullada, me doy cuenta de que a su alrededor, habita un fina aura negra.
— ¿Me quieres decir qué demonios ocurre? ¿Tiene que ver con mis pesadillas?
Francisco mi mira con recelo y asiente de mala gana.
— No te diré todo ya que no te incumbe —dice con voz dura—, pero eso hará que yo pueda descansar en paz.
Y siento como si un puñal me atravesara el pecho. Porque la poca esperanza que me quedaba de volver a verlo y... Agg, odio admitir esto. La idea de que jamás volveré a verlo me enternece.
Porque es todo lo que me queda.
Nuestra relación es lo único que me divierte en mi vida. ¿Qué más me queda? Quizá el bebe que se está gestando en mi interior pueda hacer que mi vida vuelva a ser una vida feliz, pero, de todos modos, me siento sola sin él.
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Pasión entre sombras PAUSADA
FantasyDolor, pérdida y venganza eran las tres palabras más importantes que definían al corazón de Guianna Blackely, una muchacha de la realeza con todo lo que deseaba servido en bandeja de plata. Solo que eso no era de su interés, no cuando hacía siglos...