Capítulo 14 | La tragedia
GuiannaMe siento hace unas semanas atrás, cuando me había acostado con el Blackblood, volvía a mi aposento y mi pecho ardía en repudio hacia mí misma, pero esta vez llegue a más, folle con él. Pero lo peor no es eso. Peor es que lo disfruté; lo hice con gozo, con locura. Como abrí mis sentidos al cien por ciento y nunca me arrepentí; como quería más... esto debe acabar. ¿Solo que como hacerlo cuando tu cabeza dice lo contario? ¿Cómo hacerlo cuando quieres volver a pecar una y otra vez?
¿Por qué sigo cayendo?
¿Por qué me hago esto?
Es mi enemigo, su familia asesino sin piedad a mi madre y un centenar de mi rama familiar a lo largo de las décadas y siglos. Porque si algo se, es que los Blackblood no son personas de buen corazón: son ásperos, descorazonados; no tienen piedad al asesinar y sangre inocente correr por sus manos.
¿En qué demonios me metí?
En un rollo bien caliente.
Optare por no contestarte.
Yo sé que tengo razón.
Empezare a crear canciones pegadizas para que te calles.
Haces eso para evadir tu real...
Ohhh, me encuentro aquí para callar a mi maldita conciencia. Porque la conciencia apesta y que hare con eso yo, ¿verdad?
Así no me callare, Guianna.
Eso me pregunto cuando me dice cosas indecentes y quiero mandarla a la mierda, peeeero, entonces qué hare, ¿verdad? Pues bueno, ¡creare canciones pegadizas!
Ajam.
Francisco Blackblood eraaaaa, un horrible ogro.
¿Un horrible ogro?
Un apestoso cavernícola.
¿Es enserio?
Un maldito amargado.
Eso es verdad.
Pero, como mi conciencia no hay ninguna.
¿De verdad?
Porque es una insufrible maldita hija de putaaaaa.
Y así se calla.
Guau. No era tan difícil.
Me topo con la puerta de mi aposento y entro en él.
Me guio por la luz del hogar a leña y camino por el lugar, y León esta en la cama, abrigado por el acolchado de lana y con su cabeza descansando en la almohada.
Él no se enterará de esto, porque no pasará nunca más.
Me quito las pantuflas y dejo el vestido que antes portaba sobre el pequeño sofá bordo. Después entro en la cama y lo abrazo por detrás; como acto de reflejo y muy tiernamente, el se acomoda toma mis manos entre las suyas, logrando que se me encoja el pecho.
¿Lo voy a engañar por... él?
No. Ya no más.
...
- Guia, ¿que miras tanto?
Giro mi cabeza a Janies, y hago una mueca de obviedad.
- Intento mover ese palito con la mente, duh -respondo, a lo que mi hermana frunce el ceño.
- ¿Eres bruja? -inquiere, mirándome con burla.
Entrecierro los ojos con molestia.
- Tengo dones.
![](https://img.wattpad.com/cover/309806470-288-k51088.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pasión entre sombras PAUSADA
FantasíaDolor, pérdida y venganza eran las tres palabras más importantes que definían al corazón de Guianna Blackely, una muchacha de la realeza con todo lo que deseaba servido en bandeja de plata. Solo que eso no era de su interés, no cuando hacía siglos...