Why'd you only call me when you're high? - KIMCHE

1. After killing, I fuck you +18.

1. After killing, I fuck you + 18

Lo empujaba con tanta fuerza y sin piedad alguna que Kim estaba a punto de desmayarse contra el azulejo del baño donde lo estaban follando, de no ser por la droga que inhaló antes de meterse con ese tipo al baño, seguramente en este momento estaría... partido en dos, gimoteando, pero lo único que sentía era... realmente, no sentía nada, dolor... y quizá, algo de placer, pero todo era confuso, la neblina se acumulaba en sus ojos negros, el aroma a sudor y licor inundaban sus pulmones, la cocina estaba perdiendo su efecto, y ahora estaba seguro de que alguien lo estaba sometiendo contra la puerta de unos de los cubículos.

Escuchaba las embestidas nítidas, el vaivén de las caderas del gorila que lo estaba follando, la presión en su cintura, seguramente quedarían marcas, el sudor cayendo por su cuello y mojando su camisa, la lengua del hombre en su mandibula.

– Mierda, eres tan jodidamente caliente – gruñeron en su oido

Kim se dejó hacer, de todos modos, se merecía que lo trataran como una mierda ¿no? Como lo que realmente era, un jodido psicopata... que irónica es la vida, de verdad. Ni siquiera personas como él se salvaban del infierno, de todos modos, ya lo estaba viviendo... no importaba los millones que tenía en el banco, ni sus autos de lujo, ni su casa en el mejor lugar de Bangkok, nada de esa mierda banal importaba.

Había bebido mucho era noche, justo después de haber degollado a ese hijo de puta, le dijo a sus guardaespaldas que lo acompañaran a un club, allí ordenó una botella para él solo, sacó sus provisiones y poderes, algo de cocaina para evitar que el licor lo jodiera mañana, pero eso no siempre era beneficioso ¿verdad? Seguramente, mañana estaría hecho polvo. Después, vio al tipo, sonriéndole en la barra, y Kim simplemente, dejó que su cuerpo dispusiera del momento, no su mente, no su razón, su instinto primitivo de tener sexo en un jodido baño, drogado y alcoholizado, después de haberle jodido la vida a toda una familia por ordenes de su querido padre.

Kim era el arma de Korn, era el hijo de puta que hacía el trabajo sucio, un asesino, un psicopata, un maldito desquiciado con sed de sangre, como diablos fuera, pero Korn lo tenía donde lo quería, y Kim no sabía hacer otra cosa porque el instinto de matar estaba en sus venas, era inevitable sentir un enorme placer cuando lo hacía y eso justamente, era lo que lo estaba matando. Eso lo arrastró hacia las drogas, eso lo arrastró hacia los brazos de personas extrañas.

– Ya casi llego – gruñó el hombre – Eres una puta deliciosa, cariño

Lo folló con más fuerzas y sintió las uñas del tipo rayéndole la piel, apretó la mandíbula y movió su cadera con él, necesitaba venirse, necesitaba llegar...

– Oh mierda... – gruñó el tipo con voz ronca y aroma a cigarrillo y quizá hierva.

Kim tiró la cabeza hacia atrás, y gruñó, se sostuvo de la puerta, y sintió el orgasmo bailando en su abdomen, se descargó violentamente mientras el tipo lo hacía segundos después en un condón, lo que pasó después fue lo que siempre sucedía. Kim se tambaleó hacia adelante, se limpió con papel higiénico mientras su acompañante sexual a quien ni siquiera miró a los ojos o besó, salía como sin nada, Kim exhaló... se inclinó sobre el inodoro y vomitó, mierda...

No había comido nada en todo el día, lo único que tenía su estómago era licor y agua, nada más que eso, y justo era eso lo que estaba eliminado hasta que a su garganta subió el asqueroso y amargo sabor de la bilis, verde y aguosa cayó en el sanitario, Kim gimió un par de veces. Volvió a limpiarse la boca y sintió el mareo del licor, miró su alrededor, sentía los ojos tan pesados.