21. Safe zone +18

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21. Safe zone +18

– ¿Por qué tengo que ir, phi? – preguntó Ché

Kim estaba revisando su celular cuando le dijo a Ché que viajaran mañana a Amsterdam.

– Porque las cosas están delicadas por aquí – repuso Kim, bloqueó su celular y se giró para ver a su novio – no quiero dejarte solo.

Ché suspiró, negando – Kim, sabes que no puedo. Mañana justamente empiezo mi nuevo puesto de trabajo, no puedo faltar el primer día.

– Ché, estamos hablando de tu seguridad – le dijo con la voz baja – Eso es mucho más importante que un trabajo nuevo.

El más joven no estaba de acuerdo, quizá sí, él tenía que cuidarse... pero ya tenía a varios escoltas detrás de su trasero sin poder hacer nada, no podía empezar a... dejar su vida a un lado por los "peligros" que representaba salir con Kim, ¡él no tenía nada que ver en sus negocios! Por ende, no tenía qué extralimitarse con su seguridad.

– Pero Kim, entiende, por favor – Ché se corrió más hacia él – Es importante para mi...

– Lo sé, pero solo serán unos días.

– ¿Cuántos días?

Kim exhaló – Quizá tres o cuatro...

– Ni hablar – se colocó de pie – No iré, Kim.

Porsché se acercó a la cocina para sacar agua de la nevera, se sirvió en un vaso mientras Kim seguía en la misma posición, solo que ahora tenía los codos en sus rodillas.

– Ché, lo siento, pero no te dejaré aquí – Kim golpeó sus rodillas antes de colocarse de pie – ¿Recuerdas que pasó cuando fui a Pattaya? Casi te matan en un bar, y luego... cuando apenas te alejaste unos kilómetros de mi, por poco te asesinan en un puto centro comercial, no pasaré por lo mismo una tercera vez.

Porsché comprendía el punto de vista de Kim, se preocupaba por él, era lindo... pero, él no quería dejar a sus pacientes, a su trabajo y mucho menos... quería comenzar una vida escapando, corriendo y escondiéndose, no quería eso. Él era una persona de bien, un médico, no iba a actuar como un criminal, porque por más que amara a Kim, por más que lo adorara, tenía que ser sincero, Kim era un criminal.

– Sí, sé que han pasado cosas malas, y que justo ahora tu familia no está en el mejor momento – dijo Ché viendo a Kim caminar hacia él pero deteniéndose en la isla de la cocina – Pero Kim, es problema de tu familia no mío.

Kim alzó las cejas.

– ¿Qué?

– Eso – puntualizó – Los problemas... no soy míos, son de tu familia o tuyos, no sé, pero no puedo verme involucrado y que mi vida se vea envuelta en todo esto. ¿Recuerdas el inicio de nuestra relación? Literalmente, estoy aquí porque no pude volver a mi apartamento, no quiero eso de nuevo...

Kim sonrió imperceptiblemente – ¿De qué hablas, Porsché? Desde el momento cero tu vida ya tiene mucho que ver con la mía.

– Si, pero contigo, no con todo esto de la mafia, Kim – replicó – Tu vida y la mía están enlasadas, y amo que sea así, pero no puedo cargar con los problemas de los demás.

– ¡Ché, trataron de matarte dos veces en lo que va de los últimos meses!

– ¡No fue a mi! – exclamó Ché – En el bar fue porque estaban siguiendo a Kinn, y en el centro comercial fue por Macao, yo solo he sido un chico con mala suerte que estuvo en un mal lugar, en un mal momento, ¡pero nada de eso fue en contra de mí, Kim! ¿Por qué crees que no me ha sucedido nada estando solo? –

Why'd you only call me when you're high? - KIMCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora