22. The star of the past P1
Khun pensó que nunca encontraría el amor, lo pensó infinitas veces e incluso creyó que lo suyo no eran las relaciones monógamas, aunque él amara la idea del amor. Llenó a tenerle cierta envidia a Kinn, no de la mala, eran hermosos, él lo amaba aunque no se lo dijera, pero se decía: que suertudo es Kinn. Había encontrado el amor varias veces en varias almas, incluso ahora en Porsche... el guardaespaldas, aunque Kinn no lo dijera todavía, era obvio, anoche los vio escabullirse como adolescentes en la habitación de Porsche, era entretenido fingir que nadie sabía nada, incluso Korn lo sabía pero tampoco decía nada, usualmente, él no interfería en ese tipo de cosas.
Luego estaba Kim, eso si que le sorprendió, conocía a su hermanito, era un promiscuo, alérgico a la vida en pareja y terrible en todo sentido de la palabra, pero era un buen hombre, Khun se había encargado de que Kim fuera leal y sabía que nada rompería eso en él, sabía que respetaría a Ché, y fue lo que más le sorprendió, ver a Kim tan enamorado, pero siempre hay una primera vez. Estaba orgulloso de ambos.
Fue entonces, cuando encontró a Top y pensó que quizá, todo sería más decente. El doctor no pertenecía a su mundo, no era una mala persona, era un médico que salvaba vidas, una persona honorable, ¡qué fiasco más grande! Colocó todas sus expectativas en quien no debía, pero Khun no era de los que decía: ¡Nunca más! No, él había aprendido que la vida era efímera, que el día de mañana alguien podía dispararle en la cabeza y morir, así que no iba a limitar su vida por el miedo de la decepción amorosa, si con Top no funcionó, ya llegará alguien.
Y llegó, claro qué llegó, solo que no pensó que sería tan rápido. Cam había aparecido en su vida de... una manera inusual. Llegó hace unos años, quizá tres o cuatro a la mansión, primero trabajo en misiones de élite muy peligrosas y clandestinas, estaba bajo la supervisión de Chan. Cam perteneció a un grupo de diez hombres que se repartían misiones, muchas de ellas fueron en otros países, algunos murieron pero Cam siempre salía victorioso, fue por eso que Kim lo reclutó para formar la organización secreta que le ordenó su padre. Así que Khun no había tenido mucho tiempo en entablar una conversación con él, no fue hasta que hizo parte del grupo de Kim, fue entonces que ya permanecía más tiempo en la mansión y Khun se fijó (físicamente) en él.
Fue como... atracción a primera vista, y después ocurrió el beso, ¡qué beso! Khun nunca había tenido tanta química con nadie antes. Sonrió para sí mismo abrazando un cojín contra su pecho mientras de fondo se escuchaba la voz de unas actrices coreanas. Se tumbó en la cama y exhaló, ¡Dios mío! Parecía un adolescente enamorado, ya casi actuaba tan torpe como Kinn, o tan enamorado y tonto como Kim.
– ¿Toc-toc? ¿Puedo?
Hablando del rey de roma. Khun alzó la mirada hacia la puerta, Cam se asomaba con una sonrisa, iba en su uniforme del diario y con el cabello bien arreglado.
– Claro, adelante – se sentó en medio de la cama – No te esperaba justo ahora
Cam se detuvo – Si quieres puedo volver luego – sacó unos chocolates – Y entregarle esto a otra persona... – sonrió
Khun alzó las cejas – Nada de eso, mueve tu trasero hacia acá, Hottie – señaló la cama. Cam soltó una risa y se acercó.
– Toma – le tendió los chocolates – Kim me dijo que amabas el chocolate blanco.
– Oiiiiii – Khun tomó la cajita rosada – Ese pequeño monstruo sabe lo que me gusta, quiere decir que no me ignora la mayoría de veces. Gracias
Khun se inclinó y golpeó un beso en la mejilla de Cam que sonrió.
– ¿Qué hacías? – preguntó sentándose a su lado mientras Khun destapaba los chocolate y se metía uno a la boca.
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Why'd you only call me when you're high? - KIMCHE
FanfictionTERMINADA- Para aliviar ciertas adicciones... se necesitan de otras más fuertes.