Why'd you only call me when you're high? - KIMCHE

16. I'm not a demon 18+

16. I'm not a demon +18.

Ché parpadeaba, incómodo mientras veía a su hermano colocarse el chaleco que tenía como insignia el escudo de armas de la familia Theerapanyakul. Cuando Kim se lo comentó hace días no podía creérselo, quiso enojarse parcialmente con él por no haberlo evitado pero era inútil, Kim no tenía la culpa de las decisiones de su familia y Porsche. Ni siquiera cuando la idea era descabellada por completa. ¿Su hermano de guardaespaldas? ¡Por Dios! ¿En qué mundo eso era correcto?

– Deja de mirarme así, no tuve elección – replicó Porsche alisándose el cabello ébano con los dedos

Ché enmarcó una ceja, llevaba la bata de laboratorio encima de su uniforme azul oscuro, había planeado visitar a Porsche antes de su jornada laboral, fue un migrado que lo encontrara apenas vistiéndose.

– ¿No tuviste elección? O sea, ¿te están obligando, hia? – preguntó, enojado

Porsche exhaló, cruzándose de brazos.

– Quizá, si – contestó y luego, bufó – Es solo que... el padre de tu novio cree que soy demasiado talentoso o no sé que mierda e insiste en que tome el trabajo, a demás, en algo tiene razón, si llegara a pesar algo... contigo, bueno, yo podría defenderte ¿entiendes? Estaré más empapado del tema y quizá eso fue lo que realmente me convenció.

Ché parpadeó, incrédulo – Kim me cuida bien, es demasiado paranoico. No es necesario que tu te envuelvas en esta vida – replicó.

– Ja, puede que Kim sea tu novio y te cuide, pero nadie te querrá más que tu hermano, ni velará por tu integridad como yo, Ché – dijo Porsche y suspiró – En el momento en que decidiste salir con ese muchacho, bueno... me involucraste.

Ché tragó saliva de manera pesada, no lo había visto por ese lado y las palabras de su hermano hicieron eco, ¿realmente él tuvo la culpa de todo lo que le está sucediendo a Porsche? Ese señor Korn realmente lo obligó... ¿por él? ¿Por haberse enamorado de su hijo menor? Sonaba horrible, y el aguijón de la culpa lo pinchó.

– Ché...

– Jesucristo, lo siento, Porsche – dijo Ché, con lágrimas en los ojos – Nunca pensé que enamorarme de Kim te traería problemas... lo siento, de verdad...

Porsche negó, acercándose y tomándolo de los hombros.

– Hey, no es tu culpa ¿ok? Lo siento, no lo dije bien – Porsche sonrió – Ya no nos demos golpes de pecho, lo hecho, hecho está. Me siento bien, estas dos semanas he aprendido muchas cosas, y... he conseguido amigos. Ese tal Pete es genial, aunque no lo veo mucho, está en una misión importante con un tal Vegas, el primo de Kinn, y Tankhun no resultó tan desquiciado como pensé, Arm y Pol son buenas personas.

Ché se secó las lágrimas – ¿Y qué me dices de Kinn? Es tu protegido ¿no?

– Buff.... A ese cejas de oruga no me lo soporto – replicó, alejándose – Tiene un genio de mierda, siempre anda dando ordenes, conocí a sus dos amigos hace días, son amables, no sé como se soportan a ese imbécil.

– No seas así...

Porsche se encogió de hombros – Di que miento.

Ambos se rieron.

– Solo quiero que estés bien, hia – dijo Ché – No quiero ser responsable de su desdicha.

– No digas eso, eres mi hermano y siempre te cuidaré, me hace feliz – Porsche sonrió

Y después de un abrazo sincero entre ambos hermanos, Ché abandonó la habitación de escoltas y caminó hacia la salida después de atravesar media mansión, usar el elevador y cruzar el vestíbulo, esa casa era demasiado enorme para su sentido de ubicación, apenas y se estaba acostumbrando.