Paseaba por las calles de Shibuya por la tarde intentando llegar a la fiesta de su novio junto los amigos de Shoto y este mismo, habian peleado momentos antes asi que le toco llegar solo, debía aprender a conducir... Por otro lado debía reconocer que a donde iba no era su jodido ambiente. No quería para nada ir a ese lugar de babosos ricos.
Tenía diecisieteaños, casi cumpliria sus dieciocho, su novio tenía diecinueve, por eso ya que cumpliría dieciocho quería presentarlo "Como se debia" llevandolo a un club que de nada le gustaba.
Vio el lugar y suspiro entrando a este sintiéndose incómodo, el ruido lo hastiaba.
-Miren... y observen a mi hermoso Omega, Bakugou Katsuki hijo de los diseñadores Bakugou, esta por cumplir sus dieciocho-lo expuso como si de un trofeo se tratara, todos eran conscientes de que ese omega era precioso, pero al mismo le valía mil pepinos lo que ellos pensaran, aparte que sus olores eran asquerosos, intentando someterlo lo llegaban a marear, hasta que su alfa se puso a la defensiva ahuyentandolos.
Se pasaron la noche hablando de él "perfecto" Omega.
A pesar de que el Bicolor y el sabían que no era así ya que sus principales peleas siempre eran por el carácter tan "especial" del omega.
Era un asco.
Se preguntaba, por que seguía con su novio.
Ah cierto, como era un amargado y omega defectuoso, no conseguiría a nadie, por que muy bello podría ser pero ese carácter a cualquiera ahuyenta.
Llego un momento de la noche que el Bicolor lo dejó solo y pudo librarse e ir a tomar aire a alguna parte de ese asqueroso club.
Muchos intentaron tocarle pero recibieron un golpe o gruñidos, no era un omega sumiso, de eso estamos seguros.
Katsuki Bakugou no se dejaría someter por nadie, ni siquiera por su novio, si ni el había tocado más allá de su cintura, nadie más llegaría a más.
[....]
Cierto pelirrojo olía un delicioso aroma a caramelo, que lo llevo hasta un rubio demasiado lindo a sus ojos, y a los de cualquiera seguramente....
Unos ojos rojos tan intensos que lo embobada pero...
Se veía demaciado joven... Pero a su lobo poco le importaba esto.
Por primera vez en su vida, le hizo caso a su lobo.
No perdía nada con intentar.
-Hey, ¿por que tan solo? Un chico tan bonito no debería estarlo...-pregunto al omega de su lado el cual tenía su mirada fija en el.
El más bajo de ambos vio al pelirrojo y su cabeza le hizo click de inmediato, ¡era el alfa más lindo que había visto!
Podía decir con seguridad que superaba al idiota de Todoroki.
Eso lo ponía más feliz.
Lo vio y analizo bien, no utilizaba sus feromonas ante el, eso le agradaba, vio su dentadura de tiburon preguntándose que se sentiría besar al chico o como seria si este lo mordiera.
Por sus pensamientos se puso rojo de verguenza, pero intento disimular.
-entiendo, no hablas mucho... Mmm empecemos mejor, soy Kirishima Eijirou y tu bonito?-pregunto el tal Kirishima ofreciéndole su mano para apretarla.
Vio la mano ajena sonrojado viendo lo grandes que eran sus venas se marcaban de una manera que lo hacía ver extremadamente sexy, así cualquiera le abre las piernas al chico.
-s-soy Bakugou Katsuki-dijo apenas levemente sonrojado y un leve tartamudeo, se maldijo de sobre manera por tartamudear pero eso solo le pareció tierno al mayor.
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Muy pequeño
FanfictionBakugou un adolescente que llevaba una relación tóxica conoce a Kirishima, un hombre algo mayor para el, pero para su buena suerte es su destinado, descubriendo lo el día después de tener sexo y pasar su celo con ese maravilloso alfa.