-Cariño... ¿Que pasa?-Pregunto sin comprender nada de lo que pasaba.
Kirishima se armo de valor para contestar pero, algo parecía interrumpirlos.
Eran gritos de la casa de su madre.
Ni lo pensó dos veces dispuesto a hechar a su padre de la casa. Katsuki por su lado lo siguió callado.
Que alguien le explicara, que carajos pasaba.
-¡Akiko basta! ¡Es nuestra casa, nuestro dormitorio! ¡No voy a irme, esta es mi casa también!-grito furioso y preocupado a la vez, era bastante raro el actuar del padre de su novio.
-¡No! ¡Sal de aquí! ¡Basta, no quiero volver a verte! ¡te lo he pedido tantas veces, porfavor déjame, marca a alguien más!-su suegra lloraba desconsolada en la sala, con la mano de su esposo en su muñeca para que no se vaya.
A Katsuki se le hizo familiar la situación.
-Akiko mi amor, te lo juro, no quise, jamás lo quise, ella fue un jodido accidente. Siempre te ame a ti y solo a ti, eso no va a cambiar, no deseo que otra sea mi esposa.-le explico con lagrimas en sus ojos.
-sueltala, lárgate de aquí malnacido-Kirishima interfirio en la pelea de sus padres cansado de tanta pelea.
-Eijirou, hijo, esto es entre tu madre y yo.-Su novio gruñó con toda la intención de lanzarse encima de su padre, su alfa quería proteger a su madre que lloraba desconsolada, Katsuki sabía que había algo raro con la madre de Kirishima, se veía cansada, agotada y con una tristeza palpable.
Iba a detener a su novio pero, se fijo en quien necesitaba más ayuda. Ambos podían golpearse si querían pero, ahora su atención estaba en su suegra.
Se acercó y agachó para tocar su hombro preocupado.
-S-Señora A-Akiko...-la llamo intentando que enfocará su atención en el.
Ella continuaba sin cesar su llanto, le preocupaba, sus feromonas eran asfixiantes, como las que el alguna vez emano, logró comprender su dolor y la abrazo sin decir nada,dejo que sus feromonas hablaran por el.
La madre de su novio noto aquellas suaves feromonas con olor a caramelo que eran verdaderamente tranquilizantes en este momento.
-¡Deja a mi madre en paz!-Gruñó con rabia, las venas de sus manos eran bastante notorias producto de su enojo.
-Eijirou, no voy a repetirlo. ¡Deja de meterte en los problemas de tu madre y míos! ¡He intentado explicarles durante más de!-no siguió hablando al sentir que su hijo lo agarraba de la camisa.
El señor Kirishima ahora de veía furioso.
También lo tomo de la solapa de su camisa, ambos tenían contextura similares.
La señora Kirishima al ver que su esposo intentaba dañar a su hijo, eso sí que no.
-¡Yudo, no toques a mi hijo!-Hablo la madre exaltada levantándose de golpe, Katsuki estaba realmente confundido, no sabía que hacer. Creyo que logró calmarla aunque sea un poco pero en el momento que vio que le podían hacer algo a su cachorro salto de inmediato.
No quería comportarse de manera maleducada pero, su novio no le dejó otra.
-Kirishima Eijirou, suelta a tu papá. Cálmate tu madre está asustada.-tomo el brazo de su novio y no sabe con qué fuerza hizo que lo viera.-Vas a calmarte, te sentaras y habalras como una persona y no como un jodido animal.-La vena del cuello del omega más joven reflejaba su molestia, su fuerte agarre devolvió a Kirishima a sus cabales.
Tenso su mandíbula sin querer ceder ante su padre pero, su omega le había dado la orden, estaba debatiendo internamente dejando su vista instalada en los iris rojos de su papá que era iguales a los de él.
-Tsk-Unicamente solto un chasquido zafandose algo brusco del agarre de su padre y el de Katsuki. Su madre quedó horrorizada al ver el comportamiento de ambos hombres, creía que su hijo era igual a su padre, a pesar de que se veía que tenía un carácter fuerte, su hijo no actuaba como ella le enseñó, repetía los pasos de su padre. Eso la asustaba.
Camino hacia Katsuki poniéndolo detrás de ella, quedando impresionada cuando su hijo se sentó en el sofá cruzado de brazos enojado.
Vio al omega detrás que se mantenía firme en especial su fiera mirada, que daba hasta más miedo que la se su esposo e hijos juntos. Aún así, se quedó al lado del omega, temia por su seguridad, se veía igual a ella en sus tiempos de juventud, aunque ella jamás pudo encarar así a su marido.
-No lo escondas mamá, sabe defenderse y jamas le haría algo así, se lo que piensas pero, no es así. Sucedió de otra forma.-Se explicó con molestia viendo a su pareja que seguía enojada.
Sabía que se le venía una regañada fea pero, no seria en vano.
Iba a hacer que de una vez por todas su papá cortara lazos con su madre.
Su padre seguía molesto y no quería sentarse, estaba tomando todas sus cosas para largarse, dejaría a su esposa con su hijo, estaría más tranquila.
-¿A donde va?-pregunto Katsuki con una ceja alzada para luego achicar sus ojos dándole a entender que no podía irse.
-¿También debo sen-ni termino porque la cara amenazante del omega no lo dejaba tarnquilo, le daba escalofríos.
Vio a su esposa, estaba intranquila, ansiosa y nerviosa. Si tan solo ella... Lo escuchara.
-Bien, gracias por comportarse como humanos civilizados. No se que carajos esta pasando pero, altero a la señora Akiko, o se arreglan, me explican o los arreglo y les saco la explicación a mi modo.- sentenció Katsuki provocando asombro en el padre de su pareja destinada y enlazada.
La madre estaba avergonzada, triste, exaltada era un manojo de emociones que no podía describir.
Ahora debía contarle a la pareja de su hijo sus problemas familiares.
No podía haber peor panorama.
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Muy pequeño
FanfictionBakugou un adolescente que llevaba una relación tóxica conoce a Kirishima, un hombre algo mayor para el, pero para su buena suerte es su destinado, descubriendo lo el día después de tener sexo y pasar su celo con ese maravilloso alfa.