Me estaba preparando para salir con Joe a ver la Torre Eiffel, por fin la vería por primera vez en vivo, y no por una cámara. Estaba demasiado feliz de por fin cumplir uno de mis sueños, y junto al amor de mi vida.
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Terminé de alistarme y me empecé a maquillar en un escritorio que se encontraba ahí, mientras veía por el espejo como Joe se ponía sus anillos.
—¿Estás lista, linda? —preguntó volteándome a ver y yo negué.
—Me falta todavía. —dije.
Él se acercó a mi y me abrazo dejando un beso en mejilla.
—Te miras hermosa. —dijo y yo sonreí.
—Tú te miras hermoso. —lo voltee a ver con una sonrisa.
No puedo explicar lo enamorada que estoy de Joseph y lo feliz que me hace, quiero tener todo con él, quiero que exista el para siempre en mi relación con él, quiero tener una familia con él.
—Te amo, cariño. —dijo en un suspiro.
Por alguna razón, Joe ha estado nervioso todo el día, no se si preocuparme.
—Cariño, ¿estás bien? —pregunte acariciando su mejilla.
—Claro, princesa, ¿por que preguntas?
—Te he visto nervioso todo el día, quiero creer que estas bien, pero necesito que me lo confirmes.
—Lo estoy, lo estoy, solo que es la primera vez que salimos como pareja oficial para el mundo exterior. —dijo y no estaba muy segura sobre eso, pero no le preguntaría más.
—Está bien, amor. —sonreí.
Terminé de maquillarme en unos minutos y luego con Joe salimos del hotel. Al salir nos empezamos a encontrar con muchos fans de Joe, algunos querían que yo apareciera en la foto, algo que no negaba y me ponía feliz. Otros pedían que yo tomara la foto, y no me ofendía, lo hacía con mucho gusto.
Al llegar a nuestro destino, no pude evitar soltar unas lágrimas, estaba haciendo feliz a mi niña interior, Joe lo noto y me abrazo dejando besos en mi frente.
—¿Pasa algo? —preguntó mirándome.
—No, es solo... me siento feliz de por fin cumplir algo por lo que tanto luche. —dije limpiando mi párpado inferior.
Él agarro mi mejilla y me acerco a él para dejar un beso en mis labios. No duro tanto ya que no queríamos fotos, aunque sabíamos que ya deben haber mal de mil fotos en twitter.
Nos acercamos un poco más agarrados de la mano, y di un suspiro antes de hablar.
—Te amo, Joe, te amo. —dije y él sonrió poniéndose frente mío.
