One Shots - Joseph Quinn/Eddie Munson.

Enough For You - Joseph Quinn.

Capituló basado en "Enough For You" de Olivia Rodrigo, por lo cual ni la letra, ni canción son mías.

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Poniendo labial para mi cita con Joe, el delineado en mis párpados hacían que resaltaran más mis ojos, el pestañol hacía mis pestañas más lindas.

Usaba maquillaje cuando salíamos, porque
pensé que te gustaría más.

El vestido negro resaltaba mi figura, dejaba ver mis piernas vestidas con unas medias, y unas botas de tacón que eran mis favoritas.

Si me pareciera a las otras reinas del baile
yo se que amabas antes.

—El futbol... amo ese deporte y a las chicas que lo juegan. —dijo él mientras tomaba el vino que posaba en su copa.

Era nuestra segunda cita, nos seguíamos descubriendo a nosotros mismos. ¿Fútbol? nuevo deporte anotado para practicar, lo haría, había una cancha al lado de mi casa, iría a practicar, así lo sorprenderé.

Intente tan duro ser todo lo que te gustaba,
solo para que digas no eres del tipo cumplidor.

—Dos de azúcar. —dijo después que yo le preguntara sobre cómo quería su café.

Lo hice, me aprendí como hacía su café, cada paso que el me decía.

Y yo sabía cómo tomabas tu café.

—Dime tus canciones favoritas. —le sonreí mientras esperaba unas respuesta de su parte.

—Mm... —hizo una mueca haciendo que yo riera— no tengo, podría decir que "Perfect Sense" de Arctic Monkeys, es perfección esa canción.

—Lo se, yo también la amo. —mentí.

Al llegar a mi casa lo único que hice fue escucharla hasta aprendérmela, lo tenia que hacer, tenía que impresionarlo, tenía que ser suficiente para él.

Y tus canciones favoritas de memoria.

—Este libro es mi favorito. —me lo mostró desde su celular— deberías leerlo, también muchos más, te los enviaré por mensaje. —me miro con esos ojos que jamás me lastimarían.

Leí todos tus libros de autoayuda así pensarías
que yo era inteligente.
Pequeño yo estupido, emocional y obsesivo.

—¡No te amo, Sara! sabes que solamente eras una distracción, lo sabes.

Joseph no había respondido mis mensajes en todo el día, tampoco llamadas, y me preocupaba, así que decidí ir a su casa, aunque no fue la mejor idea.

—Joe, no respondes mis mensajes ¿que pasó? —pregunte al segundo que abrió mi puerta.

—Vete Sara, ya no quiero nada contigo, jamás lo quise.

Lagrimas, esas lagrimas que nunca mas pensé volver a ver después de mi ex-amor. ¿Era en serio lo que decía? ¿que hice? ¿que hice mal? Cerró la puerta en mi cara.

Sabía desde el principio que así es
exactamente como te irías.

Reviso mis redes sociales, una foto de él besando a una chica se encontraba en sus historias, era una chica rubia, ¿que más esperaba? ellas siempre ganan.