Return² ☘ ChanIn

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Quiero alejarte de mí hasta no tener que verte nunca más, deseo que vuelvas a donde estabas encerrado para no tener que estar pensando cada maldito segundo en ti.

Me duele, muero por ello, pero no puedo hacer nada.

Te amo y eso me mata de la peor manera posible.

Te odio también, sin ti mi vida era tranquila, vivía solo y sin muchas preocupaciones.
No era feliz, pero estaba bien.

Llegaste tú... a darle color a las cosas que para mí simplemente no eran atractivas, nunca pensé que la idea de levantarme a tu lado me iba a llenar de felicidad, jamás me planteé trabajar para tres cachorros porque en mis planes de futuro no los había. Y tenías que llegar tú...

¿Qué gané con unos años de felicidad? Todo lo contrario, soledad por las noches, frío, tristeza, dolor... todo ello junto.

¿Cómo te sentías tú en una celda?

Probablemente lo que siento yo día a día desde esa noche. Pero lo que nos diferencia es que yo te tengo miedo.

Me aterra todo lo que tenga que ver contigo, no sé en qué momento vuelves a hacer algo así y termines dañando a mis hijos.

A mi hazme lo que te dé la gana, Chan, pero a ellos no... son muy pequeños como para pasar por algo así, déjalos ser felices sin ti... no llenes sus corazones de odio.

Ya era raro para mí volver a sufrir, aún después de contarte mi infancia, no pensaste en ello cuando volviste y exigiste una segunda oportunidad, yo no soy atracción de feria, Bang.

Shota... aléjate de él, no te quiere y no puedes obligarlo a quererte.

Entiendo que estés arrepentido, después de ver tu vida parada por cinco años es lógico que veas ante tus ojos qué era mejor, tuviste tiempo para pensar las cosas. Sabes que junto a mí eras feliz, tanto como yo lo era, te viste prisionero en una celda fría y dura por un largo tiempo, caíste en que podías haber mantenido a tu jodido lobo quieto. Pero no tú ni él querían que las cosas se llevaran en calma.

Estabas molesto, sí, yo lo he estado durante este tiempo, pero yo no le pego a las personas que amo.

Te sentiste mal cuando te conté mi historia con mi madre, pues es parecido a lo que pasó en mi habitación ese día.

Sí, básicamente me golpeaba y despreciaba cada que le daba la gana o quería divertirse por tener un hijo Omega, ¿no te recuerda a algo? Me dijiste que era "un simple Omega" me dolió escucharlo de ti porque nunca pensé que te pudieras comparar con una persona como lo era ella.

Ya no me vale llorar. Creo que después de tanto me he quedado sin lágrimas que derramar.

Y no tiene sentido hacerlo... sí, me desahogo por unos minutos, pero eso implica recordar esos momentos.

Me he imaginado varías noches el cómo sería volver a intentar una relación... creo que nada sería igual... creo que volvería a sufrir.

¿Sabes? Cuando era pequeño me encantaba salir al patio trasero y sentarme en el único árbol que allí había, me ponía detrás para que mi madre no pudiera verme... Recuerdo que lloraba allí, abrazando mis piernas y escondiendo mi cabeza entre ellas. ¿Por qué me encantaba? Porque era libre por algunos minutos. Porque podía llorar y nadie lo notaba. Porque estaba alejado de ella. Porque cuando llovía me sentía mejor, aunque luego me enfermara, se sentía bien sentir el agua recorrer mi cuerpo lleno de cicatrices y heridas abiertas... ¿Sabes qué hizo mi madre cuando me descubrió? Cortó el árbol, estiró el césped plantando cemento... y luego... el espacio que tenía para mí se convirtió en mi peor amigo, la peor manera de sufrir. Los castigos ya no eran golpes dentro de casa, ese maldito suelo duro era con lo que mi cuerpo chocaba todos los días...

Un día me preguntaste porqué era tan flaco si comía mucho...

Puede ser que en mi niñez la comida era escasa.

¿Entiendes ahora mi miedo?

¿Entiendes que quiero proteger a mis cachorros como me hubiera gustado que me protegieran a mí?

Por favor entiéndelo... te lo pido por favor...

Aléjate, aunque eso me mate.