—Jeongin, tenemos que hablar —fue lo primero que pronunció Chan al cerrar la puerta, ganándose la mirada triste de su Omega, que ahora veía a los dos niños que veían con él. Observó también a Félix, que tenía intenciones de decir algo, pero él se adelantó y pasó directamente a su habitación.
No estaba de humor y seguramente acaben discutiendo sobre lo siguiente, pero estaba bastante molesto después de llegar a los golpes con su hermano, pelear con sus padres tampoco fue algo que le causara mucha felicidad y para el colmo, su hermano dijo no querer a los dos cachorros que estaban con las maletas hechas cuando llegó.
Definitivamente su familia estaba construida por personas sin corazón. Sus sobrinos apenas tienen doce y diez años, ¿qué culpa pueden tener ellos? Empezando porque su madre había huido y terminando con que su padre básicamente los echó de casa siendo dos cachorros.
Al pasar a su habitación el aroma agrio de su Omega le hizo fruncir el ceño, esperando su llegada para preguntar sobre ello antes.
Pero al pasar el Omega, su lobo se quedó estático, preocupado al ver sus mejillas húmedas y su labio temblar levemente, una punzada le atravesó el pecho, dándose cuenta del estado en el que se encontraba su pareja. Intentó acercarse, pero su Alfa se lo impidió, debía mantener distancia si no quería asustarlo.
—Siento lo que pasó... —dijo bajito, alzando su cabeza dejó ver sus luceros repletos de lágrimas, sus manos sostuvieron su vientre y de sus labios salió un pequeño sollozo, matando del coraje a Chan.
—Jeongin, yo... —parecía un cachorro arrepentido en busca de su madre, pero el Omega no cambiaba su expresión triste.
—No quería que abandonara a sus cachorros, no le dije eso para causarles un mal a ellos —murmuró, retirando sus lágrimas con las yemas de sus dedos, soltando un aroma más fuerte—. Lo siento...
—No... —dijo rompiendo la distancia, dejando que el más bajo se pegara a su pecho en busca de refugio y protección, el menor le rodeó, pasando su nariz por su cuello y lamiendo la zona para tranquilizarle. La estaba cagando otra vez y si no se daba cuenta podía volver a arrepentirse más adelante.
—Perdóname, ellos no tienen la culpa, yo...
—Hyung —cortó dirigiéndose a la cama junto al mayor—. Perdón por gritarte y juzgar tus acciones. Es verdad, no había tenido en cuenta que ella te confesó que no quería seguir así, pero nunca me lo dijiste...
—Me lo confió a mí, no quería que te pelearas con tu hermano —alzó su rostro viendo ahora a Chan, el azabache le sonrió y retiró sus lágrimas sutilmente.
—¿Estás bien ahora? Podemos hablar más tarde cuando estés más tranquilo... —el Omega asintió rápido, buscando los brazos del menor para acurrucarse y poder descansar con su aroma, lo necesitaba urgentemente—. Hyung, ¿por qué me dejaste gritando solo? —Se refirió ahora a cuando Jeongin se desmayó y el teléfono se quedó colgado.
Al parecer ni Félix ni Changbin le habían dicho que estuvo inconsciente algunos minutos.
Y ahora no sabía si decirle eso lo iba a poner en modo "Alfa llorón arrepentido y cariñoso"
Pero no podía ocultarle algo así.—¿Recuerdas las indicaciones que nos dieron para llevar el embarazo en condiciones? —el Alfa asintió rápido, bajando su mirada a su enorme y redondo vientre—. Pues, me exalté mucho cuando empezamos a hablar y no me controlé, me desmayé...
Oh no...
—¡Por Dios, Jeongin!
Sí, Alfa llorón arrepentido y cariñoso aproximándose.
Por lo menos el enfado que traía se apaciguó y no siguieron discutiendo, pero a cambio, el menor sufrió de fuertes dolores de pecho. Bien merecidos.
(...)
—Engendro malcriado, no te me acerques que te decapito —amenazó el rubio con un tarro de helado entre sus manos, su ceño fruncido y esos ojitos pequeños viéndole directamente. Félix era como su mamá.
—Lixie Hyung...
—Vuelve a dirigirme la palabra y este helado te deformará lo que tienes por cara, idiota —a pasitos cortos se dirigió a la habitación, donde su niña se había metido para jugar con Shota—. Si no le has pedido disculpas a Jeongin, más te vale besarle los pies para conseguir su perdón, estúpido —podía ser bajito, adorable y mono, pero daba miedo.
Seunghyub y Hongjoong le observaban atentos desde el salón, Hongjoong detrás del mayor y el azabache con la mirada en alto.
Chan les dirigió una última mirada antes de abrir sus brazos, ambos corrieron a él y lo abrazaron.
Ellos apenas y tenían cariño en su casa, si no fuera por su madre, estarían faltos de pureza. En esa casa lo único que se recibe a diario son disciplinas que, según ellos, hacen una mejor persona. Por eso su hermano terminó echando a sus propios hijos, por la jerarquía en la que estaban.
—¿Dónde viviremos? —la voz tímida de Seunghyub le hizo sonreír levemente, indicándoles que tomaran asiento.
—Vivirán aquí conmigo —acariciando los cabellos azabaches de Hongjoong el mayor volvió a tomar la palabra, esta vez informándoles sobre todo lo nuevo a lo que se tenían que enfrentar, como era el cambio de casa, de colegio y de ciudad. Pero Seunghyub se mostró bastante emocionado cuando Chan mencionó a Jungwoo, una sonrisa surcó sus labios y Chan le vio serio.
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Return² ☘ ChanIn
Hayran Kurgu𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱ ↝ Segunda parte de «To rent» El Alfa sabía que no sería fácil derretir el frío corazón del castaño, sabía que lo odiaba con toda su alma y que recuperar la confianza sería lo más complicado, aun así, día tras día int...