El comienzo de todo

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???: Rim, ¿recuerdas el día en que nos conocimos? ─pregunta un gran bulto rojo dejando caer su cabeza sobre la de un bulto menor y azul, mientras ambos estaban sentados en un sofá marrón algo viejo y con manchas, arañazos y lo que parecían ser quemaduras.

Rim: Sí, recuerdo a la perfección lo rojo que te pusiste cuando me explicaste tu "problemita" ─responde entre risas acomodándose en el gran felino. ─Soy Dusk, el hijo de Augh, futuro líder del clan más fuerte de todo el bosque, "las llamas negras". ─Respondió imitando burlescamente al Incineroar. ─Pensé que eras un flipado

Dusk: -ríe nervioso- Lo era. Pero ahora ya sé quién soy, y lo que quiero. Y además he solucionado mi problema.

Rim: ¿Ah sí?

Dusk: Sí, y creo que lo entendí en ese mismo instante, cuando nos conocimos...


NARRA DUSK

Tal y como mi padre me dijo encontré una pequeña casita en el centro del bosque. Era una casa sencilla, con una especie de círculo que giraba sin parar impulsado por el agua del río Rauru, río que divide el bosque en varias secciones, delimitando los territorios de los diferentes clanes.

A medida que me iba acercando a la puerta del edificio, me preocupaba más y más por como iba a explicarle mi problema sin parecer un chiste o un mediocre inmerecido de mi futuro puesto. Al final opté por idear un discurso cómo los que da mi padre en las ceremonias de la aldea. Así que una vez llegué a la puerta de madera desgastada. Ensayé mentalmente mi discurso y me dispuse a tocar la puerta.

FIN DE LA NARRACIÓN

Dusk: -toca la puerta- ¿Disculpe? ¿Hay alguien ahí?

-silencio-

Dusk: -entreabriendo la puerta- ¿Oiga? ─No se escucho nada. Así que al principio optó por esperar. Se suponía, según le había dicho su padre, que a esa hora se encontraba atendiendo sus asuntos, pero al parecer no había nadie en casa. De repente las palabras de su padre le vinieron a la cabeza, si no hay nadie en la casa, "no te preocupes, habrá salido a hacer cualquier encargo, puede incluso que tarde días. Si ese es el caso, espéralo en su casa, no le importará, sobre todo si le haces las tareas de la casa. Odia hacerlas". Así que decidió entrar.

Dusk comenzó a investigar la casa, se suponía que iba a pasar un tiempo ahí, mientras se curaba de su autodiagnósticada y extrañísima enfermedad. Nada más entrar advirtió un mueble con varios recipientes hechos de cuero que tenían varias cuerdas traspasando unos agujeros. estaban vacíos y a su parecer eran bastante inútiles. Podía continuar por cuatro sitios. Una puerta a su izquierda, unas escaleras a su derecha, una puerta debajo de la escalera y una última al final del pasillo. Entró primero a la del fondo del pasillo. Era un baño sencillo. constaba de una bañera, un lavabo y un retrete. tenía una especie de palo con hilos en él. Dusk decidió ir a la puerta de la izquierda, puesto que en el cuarto de baño no había nada demasiado interesante. 

En la puerta de la izquierda había un salón con un sofá que se veía que era bastante viejo, pero que a pesar de esto estaba bastante bien cuidado, y que estaba enfocado a un cuadrado negro que colgaba de la pared. "Qué espejo más raro" Pensó Dusk. Y se fue al fondo de la habitación que se encontraba dividida por una barra. La otra mitad de la habitación era una cocina, que tenía varias cajas extrañas y un montón de cachivaches raros a los que Dusk no le veía sentido.

Cómo debe serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora