Y ahí estaba, a punto de cruzar el umbral de la puerta, de salir por ella y ¿Quién sabe si volvería? Rim estaba seguro de que no lo iba a volver a hacer. Así que un escalofrío gélido recorrió su espalda y estimuló sus sentidos, forzándole a correr tras el incineroar y sujetarle el brazo.
Rim: Espera, he cambiado de opinión.
Dusk: -complacido- me alegro.
Rim: Pero no corras demasiado, no creo que pueda seguirte el ritmo. Estoy en baja forma...
Dusk: No estas tan mal. De hecho no estás nada mal. Estoy seguro de que dentro de un tiempo podrás seguirme el ritmo a la perfección.
Rim: -alagado- gracias ─respondió tímidamente, el comentario de Dusk le había calado.
Dusk: Pues vamos, antes de que sea más tarde y empiece a hacer más calor.
Rim: Espera. ─Dijo para en un instante volver con una botella de agua.
Ambos salieron a la puerta de la casa y comenzaron a calentar y estirar. Dusk dirigía y Rim intentaba seguirle cómo buenamente podía.
Dusk: Bien, esto es suficiente cómo calentamiento
Rim: -entrecortado- ¿Calentamiento? Yo pensaba que ya habíamos acabado
Dusk: -ríe- no bobo. Ahora empezamos a correr. ─Dijo para empezar a trotar hacia atrás haciéndole una señal al contrario para que le siguiera.
Rim: (Fuck)
Ambos comenzaron a correr por la pradera de alrededor, Dusk guiando. Hicieron varias pausas, y varios tramos andando. Rim se esforzaba por seguirle el ritmo, pero apenas podía, de verdad no quería ser una carga, pero no hacía más que sentirse como una. Dusk se percató de esto en algún momento, no le costó mucho, a pesar de que una sonrisa abierta habitaba la cara del azul, sus ojos reflejaban una agonía resquebrajadora. Así que se esforzó por fingir que podía menos y exigió aún menos a Rim, aunque esto no significaba que fuese a dejar de exigirle, él de verdad quería que Rim se superase, de verdad quería poder correr junto a él como un igual, poder compartir algo que el verdaderamente disfrutaba, la sensación de correr, de ser libre. La brisa matutina acariciando tu piel, las flores floreciendo a tu alrededor a la par que producen un estimulante aroma, el sonido de los demás seres vivos y sobre todo, quería compartir la sensación de autosuperación, la sensación tan gratificante que supone mirarte en una superficie que refleje tu cuerpo y poder observarlo orgulloso.
Acabaron llegando a un manantial, Dusk lo tenía planeado, por eso no llevó botella. El manantial se encontraba en una parte remota de la pradera y situado a su lado había un gran árbol muy frondoso. Tan pronto como llegaron, Rim, exhausto, se echó contra el árbol, todavía hiperventilando, forcejeando por beber la última y solitaria gota que quedaba en su botella de agua. Dusk le tomó la botella sonriente (a lo cual el lucario no se pudo oponer ya que no se encontraba con la energía necesaria ni siquiera para pensar) y la rellenó con el agua del manantial. Inmediatamente se la tendió a Rim, quien la tomo para ansioso beber de la botella, pero sin vaciarla por completo.
Rim: Ghadciash, tohmah ─Dijo como buenamente pudo para tenderle la botella al incineroar
Dusk: La necesitabas. ─Tomó la botella y se sentó junto al lucario para beber de esta.
Rim: -abatido- Hace calor...
Dusk: Creo que tengo la solución para eso. ─Dijo y acto seguido se dirigió a la pequeña acumulación de agua que se formaba con el agua proveniente del manantial, rodeada de piedras. Apenas podía servir como una pequeña piscina (aunque era bastante profunda, lo suficiente como para que del agua solo sobresaliese la cabeza del felino) y el agua estaba helada, pero el calor que sentía el incineroar le permitió meterse sin sufrir demasiado. ─Está un poco fría, pero está bien, métete.
Rim: No me apetece. ─Respondió abanicándose con su pata, todavía resguardado bajo la sombra del árbol.
Dusk: al menos mete los pies. ─Comentó mientras chapoteaba. ─Hace calor. ─Eso último convenció al contrario
Rim: -levantándose- Vale, pero no me salpiques ─Se sentó en el borde y sumergió los pies en el agua helada. Un escalofrío de satisfacción recorrió su espalda. La sensación de frescor era más que bienvenida después de recorrer ese diabólico camino. ─Tienes ra- ─No pudo terminar pues unos brazos corpulentos lo rodearon sumergiéndolo por completo en el agua salvo por la cabeza. ─EH, SÁCAME, NO SÉ NADAR
Dusk: tranquilo, no te voy a soltar. ─El lucario tras oír estas palabras se calmó y pasó de forcejear a aferrarse a Dusk, como si fuera un salvavidas (porque en parte lo era).
Rim: ¿Puedes dejarme de vuelta en la orilla?
Dusk: No
Rim: ¿Por qué?
Dusk: Tengo frío
Rim: Pues salte
Dusk: No quiero
Rim iba a contestarle una vez más, pero se dio cuenta de que la conversación no iba a ninguna parte así que decidió simplemente dejarlo pasar y rendirse frente a la prisión peluda que lo retenía. Tampoco podía hacer nada más, era más débil y no sabía nadar. Se encontraba a merced del rojo y, por extraño que suene, no le pareció mal. Al contrario, se aferró a él aún más, apoyó su cabeza tiernamente en el hombro de Dusk y cerró los ojos. Se sentía seguro, se sentía cansado, se sentía bien, muy bien. No tardó en dormirse.
El incineroar por su parte disfrutaba del tacto del pelaje del lucario debajo del agua, acariciándolo, sintiéndolo. Su olor, el canino emanaba un aroma resultante de la mezcla del sudor, las plantas y flores del prado, algo que no consiguió identificar (probablemente champú barato) y un olor que le resultaba extremadamente nostálgico, no sabía cuando había olido eso, pero le encantaba. A medida que iba revisando el cuerpo del lucario se iba percatando del pobre cuidado que se daba. Su pelaje portaba un color apagado, grisáceo. Y en sus ojos cansados y cerrados eran más que visibles unas descorazonadoras ojeras bien criadas. Jugueteó con sus dedos y acarició cada parte del lucario. Le gustaba esa sensación, era maravillosa. Sin embargo, una vez notó que Rim estaba plácidamente dormido salió del agua y lo cargó de vuelta a la casa. Durante el camino se secaron, así que una vez llegaron a su hogar, el incineroar recostó al lucario en el sofá y se dirigió a la cocina, donde se percató de una pequeña cosita, algo que le llenaría de alegría.
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Cómo debe ser
FanfictionA veces te sientes perdido, no sabes realmente lo que quieres ni quién o cómo debes ser. Este es el caso de Dusk /Dask/, un joven Incineroar, hijo del jefe de su aldea y favorito para heredar el cargo. Es el candidato perfecto pero... tiene un probl...