Un plato duro de digerir.

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Allí se encontraba el gran felino rojo, poniendo un pie dentro del agua, no estaba excesivamente caliente ni fría. La sensación era maravillosa, a pesar de que todavía seguía molesto por la discusión que acababa de tener con el lucario el agua acariciando su cuerpo le resultó altamente placentera y no tardó en sumergir su cuerpo completo en el agua, recostando su cabeza en el borde de la bañera y soltando un suspiro de placer. Después de la larga caminata que había tomado  hasta allí un baño era justamente lo que necesitaba y parecería ser que Riorím lo sabía a la perfección. 

En ese instante se percató de que llevaba mucho tiempo sin tomar una ducha caliente, sin poder disfrutar de un tiempo solo, sin tener que preocuparse de acostarse temprano, sin esa sensación de opresión en el pecho por temer no dar la talla. 

Entonces tomo una gran bocanada de aire, lo mantuvo unos cuantos segundos y después lo expulsó lentamente, justo como le había enseñado su padre. De pequeño era muy nervioso, tan nervioso que llegaba al punto de entrar en ataques. Su padre le decía "respira, niño. sígueme" y comenzaban a respirar cada vez más lentos hasta que se le pasaba el ataque. Echaba de menos esos tiempos en los que su padre no era jefe de la aldea y pasaba tiempo con él.

Así quedó un rato, recordando buenos momentos que pasó con su padre. Cómo cuando se metían con él por evolucionar de forma tardía los demás niños de la aldea. Su padre siempre salía a defenderlo, pero lo hacía de forma serena, tranquila. Realmente admiraba a su padre, quería llegar a ser como él. Sin saber realmente cuando, comenzó a jugar con pequeñas hojas que había en el agua. Un momento. ¿Hojas? A decir verdad el agua olía muy bien y si es cierto que los escasos baños que había tomado antes fueron increíbles, este fue ciertamente el mejor.

Ahí fue cuando se paró a observar la habitación. 

Se notaba que había sido preparada para él. Había una toalla roja doblada en el fregadero y un bote de champú con un pequeño postit pegado a él, a punto de caerse debido a la humedad. Alcanzó por él y leyó "Champú para pokemon grandes y con un pelaje delicado". No sabía para qué servía eso, lo averiguaría más tarde. Pero sí sabía que era para él. (Él de verdad se ha tomado una gran molestia con todo esto) pensó y se sumergió en el agua para recapacitar. No le gustaba la idea de dormir junto a otro macho, pero después de ver todo esto, no podía evitar sentirse mal por dejarlo en el sofá. No sabía que hacer. En su cabeza solo había confusión. Entonces salió del agua por la falta de oxígeno.

Dusk: (De momento le pediré perdón por haber sido tan cortante, me molestó lo que dijo, pero ahora que me paro a pensarlo, no fue para tanto. Un líder no debería enfadarse tan fácil. Aunque todavía me niego a dormir con él. Dos machos en la misma cama, eso es sinónimo de deshonra. Pero si nadie nos ve... ahgg ¿Qué estoy pensando? no soy defectuoso y él es el chamán del bosque, él tampoco lo es. ¿O sí?) ─miró a su alrededor y recordó las tácticas que le enseño su padre para ligar. "Márcala con palabras bonitas, pregúntale por ella, hazle regalos y intenta crear contacto físico. Pero hazlo de forma natural". (No me ha preguntado por mí, ni me ha dicho nada precisamente bonito, pero me ha preparado un baño, y vamos a dormir en la misma cama, si eso no es contacto...). ─Sintió como si un agujero se formase en su pecho. ¿Estaba realmente atrapado en una casa con alguien que intentaba ligárselo? Estaba sobre pensándolo demasiado. Decidió terminar de ducharse y dejar de pensar en estupideces. También descartó la posibilidad de que Riorím fuese "defectuoso".


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