Cómo debe ser

Quemaduras que supuran pus.

¿Es justo querer a alguien más solo para nosotros? ¿Qué es en verdad la soledad? La soledad solo se puede experimentar cuando alguien que antes estaba ya no está. Alguien que antes formaba parte de un esquema ahora ya no está, simplemente se fue y no puedes hacer nada para rellenar su ausencia. Nada. ¿Me escuchas? Nada. Estás solo y así te vas a quedar para siempre, porque corroes todo a tu alrededor y devoras los frutos de la sustanciosa amistad de forma ávara, echando a perder todo brote que podría dar lugar a una nueva relación. Todo por tu avaricia, por tus ansias por rellenar ese hueco que una vez era una persona. Solo. Ahora estás solo. Ya no está. Apúntatelo bien en esa cabecita tuya.

Todos afrontamos nuestro fin en soledad.

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Bel: ¿Seguro que estás bien? —Rim asintió mientras Bel cerraba la puerta de la casa—. Bueno, pero que sepas que no te voy a dejar solo ni un solo momento.

Rim: (Pesado). —Se cruzó de brazos y refunfuñó.

Bel: Rim... me preocupas. No quiero ser cansino, pero me da miedo perderte. A-ayer —titubeo mientras fijaba su mirada en el suelo—, ayer creí que te había perdido. No quiero que se vuelva una realidad. Ya te perdí una vez. No me hagas volver a hacerlo, por favor ─Dijo decaído. Inmediatamente se dio cuenta y forzó su voz a una animada, no se le daba bien fingirla─. Cambiando de tema —El delfox comenzó a andar, pero algo impidió su paso. Un escalofrío recorrió su espalda cuando vio a Rim. Rim estaba abrazándole.

Rim: (perdón, estoy siendo un insensible) —Le dedicó una mirada llena de intención. Bel rio entre dientes.

Bel: Ey, no pasa nada. Todo bien. Sé por lo que estás pasando y quiero estar aquí para ti, lo hago porque quiero. —Bel clavó su mirada sobre la de Rim, todavía en abrazo y se acercó cada vez más. Rim se puso nervioso y no pudo evitar cerrar los ojos. De repente, sintió un cálido beso en su frente—. Todo va a estar bien. Pase lo que pase y escojas lo que escojas, yo te apoyaré. ─Rim no pudo evitar sonrojarse. Era un estúpido, si hubiese querido besarle le hubiese besado, Dusk no se merece eso. Menos mal que Bel no quiso ir más lejos. Le agradeció su comprensión. Era bonito que estuviese con él dejándole claro que le amaba, pero que iba a respetar su elección y no se iba a entrometer en una relación empezada. Sólo que su relación con Dusk a penas se podría llamar así.

Rim: (No sobre pienses, no sabes lo que pasará hasta que pase. Déjate llevar. Yo puedo, yo puedo. Siempre he podido. He llegado hasta aquí, he pasado por mucho más, esto no es nada). ─Rim inspiró todo el aire que pudo, lo mantuvo y expulsó todo el dióxido de carbono resultante del intercambio de gases y miró al cielo. Sintió no solo como el gas abandonaba sus pulmones, sino que también parte de sus problemas. Ahora todo era un poco más pequeño, seguía siendo abrumado, pero un poco más pequeño.

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Dusk se encontraba sentado junto a su padre, presidiendo la mesa del festín. El festin se celebraba en la gran plaza del centro de la aldea, justo delante de la casa de Augh. Con grandes mesas alargadas de madera y brasas y hogueras colosales que iluminaban la oscuridad de la noche de luna nueva. Era una celebración animada, familiar. Todo el mundo se conocía y todos iban de una mesa para otra, compartiendo lo que habían preparado. Compartiendo recetas y conversaciones amenas. Ahora que se fijaba, era enternecedor y el ver tantas personas, conocidos, compañeros, prácticamente familiares ser tan felices, le llenaba.