The feast.

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Los murkrow graznaban acechando los cultivos, aguardando el menor descuido de los campesinos para precipitarse sobre los frutos y el grano. Sin embargo, un bisharp los fulminaba con la mirada cada que alguno se pasaba de listo. Se encontraba en el medio del campo, pero cada vez que uno de esos pajarracos cometía el atrevimiento de intentar hurtar no salía impune.

Dusk se acercó hacia él.

Dusk: ya es la hora. —Dusk se paró pensativo y entonces suspiró antes de tenderle la mano—. Buen trabajo, Barnim. —Al bisharp se le iluminaron los ojos y no dudó en aceptar la ayuda.

Barnim: Gracias —dijo con una sonrisa, de forma jovial y sincera. Era la primera vez que el incineroar le mostraba cualquier tipo de amabilidad.

Dusk: No es nada. Mi padre quiere que vayamos a revisar los preparativos del festival. —Ambos comenzaron a caminar—. (No me creo que vaya a decir esto, pero tengo que hacerlo). Oye, Barnim.

Barnim: ¿Qué pasa?

Dusk: Me gustaría... ya sabes...

Barnim: ¿El qué sé?

Dusk: Qué tú y yo...

Barnim: No te sigo, Duskie.

Dusk: AHG. —Barnim se sobresalto y le miró preocupado. Dusk suspiró—. Lo que te intentó decir es... perdón. Me he estado comportando como un imbécil. Y lo cierto es que no sé por qué, siempre has sido muy bueno conmigo.

Barnim: Guau, Dusk. No sé qué decirte... así tan de sopetón.

Dusk: No te pido que me perdones, solo quería que lo supieras. Quiero ser mejor.

Barnim: No te puedo perdonar, porque nunca he estado enfadado contigo. Siempre te he visto como un hermano, Duskie. —Se paró y abrió sus brazos—. ¿Abrazo?

Dusk: Abrazo —Ambos se estrecharon en un caluroso abrazo, se dieron un par de palmadas en la espalda y se separaron entre risas.

Barnim: Vaya que te ha cambiado ser padre. —Dusk se congeló.

Dusk: ¿Lo sabes? —El bisharp reyó ruidosa y afablemente

Barnim: Lo sabe toda la aldea. Tu suegra lo ha ido gritando a los cuatro vientos.

Dusk: Ya veo. —Dusk miró al suelo, decaído.

Barnim: No pongas esa cara, hombre —dijo pasándole el brazo por el hombro—, vas a ser un padre genial. —Le malinterpretó, probablemente pensó que el incineroar no sabía si estaba preparado para la paternidad, pero aún así, agradeció el gesto y le animó un poco.

Dusk: Gracias, Barn.

Barnim: Para eso están los amigos ¿no?

.·:¨¨ ≈☆≈ ¨¨:·.

Se despertó. No sabía ni dónde ni qué hora era, solo que estaba despierto. 

Sin embargo todo le parecía un sueño, una pesadilla de la que estaba seguro que tarde o temprano se iba a levantar. Se limitó a mirar la pared durante Dios sabe cuanto. Entonces notó una presión en el estómago, pero no era las ganas de vomitar que le llevaban acompañando desde el día anterior, era diferente. Miró abajo, eran dos brazos. Estaba siendo abrazado.

Bel: ¿Qué tal has dormido? ─Le susurró desde detrás, fundiendo su figura con la de él. Pensó en apartarlo, pero no lo hizo, no tenía fuerzas para hacerlo, no tenía fuerzas para nada. Además, él le había traído hasta su casa desde Ávalon. Probablemente si no lo hubiese hecho hubiese muerto bajo la lluvia─. Ey, ya sé qué te puede animar, Rimmie. ─El delfox se separó del abrazo y se levantó del sofá. Fue a alguna parte, pero a Rim no le importaba. Cerró los ojos y dejó que todo pasara.

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