buenas noches

89 4 3
                                    

Se oían risas en el piso de arriba. Cristal se preguntaba qué estaba pasando ¿Cómo era posible? ¿No estaba el lucario completamente roto apenas unos minutos antes? Terminó de poner la mesa, en silencio, juzgando con la mirada a Chise, que no se atrevía a pronunciar palabra. Una vez puesta la mesa se sentó en el puesto más lejano del sofá, mientras observaba cómo Chise vagaba, temblorosa, por la habitación. "Si fuese un perro podría oler su miedo" pensó la Kirlia.

Unas risas se escucharon descender por la escalera, mostrando a Dusk cargando a Rim igual que lo haría con un saco de papas. Rim se encontraba chillando agudamente para que Dusk lo soltase.

Rim: -entre risas- Bájameee

Dusk: -burlón- ¿Ah sí? ¿Quieres que te suelte? Como desees ¡Oh, gran chamán Riorím! ─Dijo y lo tiró al sofá (con cuidado de que no se golpeara con nada), para después saltar sobre él y hacerle cosquillas.

Rim: -Ríe histérico- Paraaajajaja, Paraa.

Dusk: -ríe- ok, perdón

Rim: No lo sientes.

Dusk: No. ─Respondió desenfadado

Cristal: ¿Entonces ya son pareja? A ver, cojan. ─Fue ignorada, no porque no fuese escuchada, ni porque su comentario careciese de importancia o relevancia, sino porque La mirada de Rim y la de Chise estaban conectadas, ambos se miraban, dañados, preguntándose de qué forma el contrario les estaría juzgando. Sus corazones se aceleraron y Dusk, consciente de la situación, liberó a Rim quién se levantó del sofá y fue al encuentro de su medio-hermana, deteniéndose a dos pasos de ella.

Chise: Rim... Yo... lo-lo siént- ─Intentó justificarse, pero Rim no lo consintió, la calló, la calló con un rápido y simple gesto. Con un abrazo.

Rim: No importa. Te perdono. Jamás podría enfadarme contigo tata. No importa. Ya no importa. Yo también os he fallado. Perdón.

Chise: ¿En qué? Tú nunca me has hecho nada... ─Preguntó confusa

Rim: Eso ya no tiene importancia ─se separa del abrazo, pero sigue manteniendo la mirada, con los ojos lagrimeando y sus comisuras formando una sonrisa cálida y sincera. ─Lo único que importa ahora es que la lasaña se está enfriando.

Cristal: Ahí te equivocas, primero, la lasaña está más fría que un témpano. Y, segundo, cómo volváis a hacerle algo a mi Rim, lo último de lo que os vais a tener que preocupar es de que os perdone ─Recorre su garganta con el dedo pulgar, amenazante, mientras emite un sonido chirriante. ─Rim, hasta la muerte contigo. ─Dibuja un corazón en el aire y Rim ríe, a diferencia de los otros dos, que desvían la mirada incómodos (incluso puede que un poco intimidados).

Chise, le susurra gracias a Rim al oído y le promete que le recompensará a lo que él niega con la cabeza y tira de ella hasta la mesa. Todos comienzan a comer. A pesar de que la lasaña estuviese fría todavía estaba buena. "Mi obra de arte... arruinada..." se lamentó Rim a lo que el resto rió. Comieron y estuvieron charlando. Chise les contó sobre los concursos en los que había participado. En uno de los últimos el vestido que pensaba llevar se rompió al ponérselo y no había tiempo para arreglarlo. Así que lo hizo jirones, cambiando su aspecto y la temática por completo, su compañero, en esa actuación era un Banett, así que le vino como anillo al dedo (Chise solo participaba en la clase de emparejamiento aleatorio, puesto que ella no tenía ningún compañero. Es una clase menos popular, pero a Chise nunca le gustó el tener que obligar a un pokemon a estar con ella, por eso desde pequeña juró que si algún día tenía alguno, sería porque aquel u aquella pokemon le había escogido a ella). Ganó, aunque quedó en el segundo puesto y se calló al ir a recoger el premio. Todo el mundo se rió, pero ella respondió riéndose también.

Cómo debe serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora