Capitulo X
Los días pasan con rapidez, el clima ha empeorado un poco con la medida que pasan los días, las mañanas son muy frías y las tardes el sol apenas asoma entre las nubes para luego ser secuestrado por las negras nubes que presagian tormenta.
La joven princesa toma sus clases de lectura, danza e historia todos los días sin faltar a ninguna. Una mañana cuando se dirige hacia el salón para recibir sus clases de danza, se encuentra con Cedric en uno de los pasillos, él por orden del rey permanece en el castillo pues desea que esté presente al momento de la presentación del legítimo heredero al trono, las damas que acompañan a su majestad se sonrojan cada vez que lo encuentran y permanecen en silencio cuando ellos conversan, siguiéndoles de cerca.
Esa mañana en particular, mientras se escuchan a las aves cantar en las copas de los árboles, se siente algo diferente. Sus miradas se descubren de una forma distinta, sus respiraciones se agitan más de lo habitual y sin darse cuenta se encuentran caminando hacia el jardín de árboles de cerezo al otro lado de lago.
Hay un puente de roca que comunica el jardín con el castillo, las jóvenes que acompañan a la princesa se ríen entre sí pues es más que evidente lo que sucede.
-Esta mañana está más fría que las demás. -comenta la princesa quien usa un abrigo de piel muy grueso y guantes en sus manos. Se puede ver en su respiración lo helado que se encuentra el ambiente.
-Siempre he disfrutado mucho del clima frío, pero es extraño, hace apenas unas semanas que las mañanas eran cálidas.
Meira calla y agrega
-Imagino que estar entre las paredes del reino no es tan emocionante como dirigir excavaciones en las montañas. - con un delicado gesto con su cabeza le indica una majestuosa montaña cubierta en su punta por una inmensa nube.
-Tiene usted razón, su alteza. -Inclina un poco su cabeza mientras intenta reprimir una sonrisa entonces añade-Nada se compara con la vida en el castillo.
-Me atrevo a imaginar que sus días aquí no han sido tan aburridos.
- ¿Aburridos? –dice mirándola fijamente, algo que la hace sonrojar. –Las emociones son distintas, por un lado, está el dirigir a hombres casi salvajes, cuidar nuestros tesoros de posibles saqueos y por otro- dice acercándose un poco más a ella. – Está...
-Su majestad...- interrumpe una de las jóvenes que les esperan a unos cuantos metros de ellos. – Se alcanza a ver movimiento, creo que le están buscando.
-Creo que perderá sus clases de danza.-dice Cedric.
-No sé qué más pueden enseñarme. - dice sonriente.
- ¿Está nerviosa por su proclamación cómo su alteza real de Úlster?
- No es que eso cambie mucho mi presencia en el reino, solo es un título.
-Uno que le asegura su futuro en la casa real, princesa.
Meira sonríe y desea confesarle lo que en todos estos días no ha podido, se encuentra prometida a alguien que en verdad quiere y con quien sabe puede ser feliz algún día, pero es alguien que no le hace sentir ese amor, ese amor que justo él sí la hace sentir.
-Cedric...
Los azules ojos se clavan en sus ojos, lentamente su mano sujeta la de ella y los labios depositan un casto y suave beso sobre su piel suave y delicada.
-Estoy a sus pies, majestad. –dice sin más, le sonríe y les indica a las jóvenes que la acompañen de vuelta al castillo.
Meira calla y delinea una dulce sonrisa en sus labios mientras todo su cuerpo tiembla.
-Su majestad, por favor. -susurra cerca de ella una de las damas que le acompañan.
-Calla, no he pedido tu consejo. –comenta nerviosa mientras aligera sus pasos en el puente.
Cedric extiende su mano frente a sus ojos y nota como tiembla, suda y su corazón late desbocado, entonces escucha un sonido entre los arbustos, se gira en busca del sonido, pero no ve nada entonces comienza a caminar de vuelta al castillo.
Un par de ojos inyectados de avaricia observa la escena, como serpiente venenosa se esconde entre los arbustos para evitar que le descubran, ha encontrado su nueva presa, su nueva era.
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La Reina Maldita
FantasiEn las enigmáticas tierras de un reino que goza de paz y prosperidad nacerá un amor inquebrantable entre dos jóvenes desafiando al mismo rey y volviendo vulnerables los muros del reino ante el odio y la magia. Aprovechando la fisura creada por los j...