CAPÍTULO XXXVIII • Descenso •

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NACIÓN DE DICO

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NACIÓN DE DICO

El alba pasó y el sol poco a poco comenzó a emerger desde lo lejos, los guardias del palacio de los concejales se encontraban realizando el cambio de turno. Los nuevos vigilantes acababan de tomar asiento y esperaban tener un día aburrido, como era la costumbre, pero antes de que pudieran si quiera acomodarse del todo uno de ellos sintió como una piedra impactaba la base de su cabeza. Su compañero sujetó el objeto, y tras apenas unos segundos, recibió otro impacto directo en su mano, provocando una pequeña cortada que había comenzado a sangrar.

Ambos se dirigieron a las rejas que separaban el puente del palacio, y allí vieron como un enorme tumulto de gente se acercaba con furia hasta su dirección.

—¡Renuncia, Amorti! —escuchaba que gritaban desde atrás.

Los guardias que acababan de irse regresaron de inmediato a su posición, y los refuerzos no tardaron en aparecer. Sin embargo, la cantidad de personas entre: Hanouns, híbridos y humanos, e inclusive soldados de la guardia real de Dico, era tanta que poco o nada podían hacer para reprimir a la horda que se acercaba alzando picos, palas y antorchas.

—Informa al gran concejal —ordenó el capitán a su subordinado mientras trataba junto a sus compañeros que la reja no se viniera a bajo.

El cabo asintió con prisa e inmediatamente comenzó a correr al interior del palacio, en su camino se topó con los demás soldados que apenas se dirigían a la entrada, y en más de una ocasión, no pudo editar tropezarse.

Al subir los escalones se situó frente a la puerta del dormitorio del gran concejal, Amorti, quien apenas quien apenas venía despertando, luego de escuchar al soldado se tiró de la cama y corrió con prisa a uno de los balcones de la zona sur, una vez allí, vio a la gente reunida gritando, tratando de derribar las pesadas rejas que lo separaban del exterior.

—¿Qué está pasando? —volvió a preguntar mientras seguía observando al frente.

—Gran concejal... —masculló el muchacho torpemente—. El pueblo se ha rebelado, incluso hay guardias de nuestro ejército del otro lado buscando sacarlo.

Extinción, La resistencia avanza [Saga: LVDLO #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora