CAPÍTULO XLI • Te protegeré con mi último aliento de vida (II) •

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TORRE DE TORTURA MY—TRENT

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TORRE DE TORTURA MY—TRENT

Clematis y Zefer se posicionaron debajo de la escabrosa torre, Zefer observó hacia el horizonte y vio las llamaradas de fuego alzarse sobre las casas de la aldea humana, Clematis, al darse cuenta también de esto, tan solo comenzó a rogar en que su hermano estaba a salvo y que no haría nada que pondría en juego su vida.

—Tengo una pequeña bomba en mi bolsillo, encenderé la mecha y cuando esta detone ellos saldrán, en ese momento entraras —ella asintió.

—De acuerdo... —Clematis tomó el frasco de loción de entre su ropa y vertió su contenido encima de su cabeza. Observó que Zefer introducía la mano dentro de bolsillo y en ese instante colocó su cabeza encima de su hombro—. No quiero volver a perderte, por favor ve con cuidado.

Zefer besó fugazmente su frente y se puso de pie, encendió la mecha del explosivo y lo tiró a las afueras de la torre, la explosión no tardó y la puerta de metal junto con la piedra de las paredes terminaron volviéndose escombros.

Zefer corrió hasta estar frete a los verdugos, ellos al reconocerlo comenzaron a perseguirlo y Clematis aprovechó ese momento para poder entrar a buscar a Rier.

Una vez dentro los reos comenzaron a gritarle a través de la ventanilla a donde tenía que ir para conseguir la llave, Clematis de forma ágil comenzó a correr, y en cuanto entró al despacho del jefe de la torre, vio el manojo reposando encima del escritorio. Rápidamente lo tomó y fue abriendo puerta por puerta, los sujetos de aspecto descuidado y múltiples heridas le agradecieron, ayudaron a quienes no podían ponerse de pie y comenzaron a salir al exterior.

—Espera —le dijo ella a uno de acababa de salvar— ¿Has visto a un Hanoun rubio? —le preguntó, esperando obtener alguna respuesta.

—Escuché que sacaron a uno hace unos días —respondió el sujeto mientras sujetaba su brazo recientemente fracturado—, pero no puedo garantizarle si está vivo o no. Aunque me parece que con el que el amo Giorgio se divertía sigue encerrado en su celda.

Ella inmediatamente corrió y fue liberando a más gente, al llegar a las dos últimas celdas optó por la del lado izquierdo. Al abrirla se dio cuenta de que estaba completamente vacía. Al introducirse dentro del cuarto vio algunos mechones largos de cabello rubio en el suelo, él había estado allí, pero lo habían movido a otro lugar.

Extinción, La resistencia avanza [Saga: LVDLO #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora