Capítulo 6

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—¿Ya te vas a Inglaterra? —le pregunta Dream.

—¿Por qué preguntas?

—Por tremenda mochila que estás cargando.

—Quería asegurarme de traer lo necesario.

—¿En serio? Parece que has traído toda tu casa —déjame revisar.

Dream le quita la mochila sin esperar a que George le diera el permiso de tomarlo.

—A ver qué tenemos por aquí —protector solar, una toalla, lentes de sol —dice mientras tira todos los objetos al suelo, que George trata de recoger—, traje de baño... ¡Oh, mira! Tus calzones.

—Mete ese nuevamente a la mochila.

—¿Por qué? Se ven tan tiernos y pequeños. Se parecen a los de Sapnap.

—¿Cómo sabes que así es mi ropa interior? —pregunta Sapnap, avergonzado.

—Cada vez que voy a tu casa siempre tienes tu ropa interior tirada en el piso de tu habitación.

Sapnap se queda callado siendo el nuevo objeto de burlas por parte de Karl y Quackity.

—Al menos él se cambia su ropa interior —le dice George a Dream—. Tú debes estar con tu mismo boxer del hombre araña.

George le quitó la mochila y volvió a guardar sus cosas.

—Humillado —se burla Quackity.

Dream rueda los ojos y sigue caminando por delante como siempre. No habló ni una sola palabra hasta que llegaron a la playa.

—¿Estás enojado conmigo por esa estupidez? —le preguntó George.

—No estoy enojado.

—Tu cara dice otra cosa —dice burlón.

—Ya cállate —dice completamente serio.

George decide mantenerse callado. ¿Y ahora qué le pasaba a ese niño?

—Ignóralo. A veces se enoja de la nada. Ya se le va a pasar —le susurra Karl para que Dream no lo oiga—. Oye, ¿crees que puedas comprarnos algo?

—¿Como qué?

—Alcohol.

—Soy menor de edad aún.

—¿Y tu hermana?

—No creo que acepte.

—¿Puedes intentarlo? Es para subirle el ánimo a Dream. Cuando está enojado el ambiente se vuelve tenso y dudo que quieras eso.

George miró a Dream de reojo que solo pateaba la arena como si estuviera molesto con la vida. Puede que el Dream de siempre fuera molesto, pero el Dreams de ahora era mucho peor.

—Lo intentaré.

Fue a uno de los puestos que habían cerca de la playa. Estaba seguro que su hermana no aceptaría comprarle ninguna bebida alcohólica. Mas su sorpresa fue grande cuando vio a su hermana en la misma tienda.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó George en voz baja.

—Ay, hola, tontito. ¿Qué haces tú aquí?

—Pues... Me preguntaba si... ¿puedes comprarme algo?

—No tengo dinero para ti.

—Yo te doy el dinero. Solo cómpralo por mí.

Su hermana lo vio curiosa sabiendo a qué se refería.

—¿Para qué quieres alcohol?

—Es para un amigo.

—Ajá. Bien. Ve a buscar lo que quieres.

George corrió hacia la zona de bebidas alcohólicas y tomó una de las latas de cerveza que había allí.

—¿Solo eso?

—Es solo para un amigo.

Su hermana fue a pagarlo y se lo entregó con disimulo.

George fue hacia Dream que estaba sentado un poco más lejos de la orilla con la vista en la arena.

—¿Puedo interrumpir?

—¿Qué quieres?

—Te traje algo —dijo, extendiéndole la lata.

—Uhmm... Gracias supongo.

Abrió la lata y dio un gran sorbo.

—¿Ya estás mejor?

—¿Quieres que te diga la verdad?

—Si es posible saber.

—Pues me siento horrible. Me gusta alguien, pero solo me ve como un amigo. Nos besamos, nos tomamos de la mano, pero sigue diciendo que solo somos amigos. No entiendo qué estoy haciendo mal. Creo que es el fin del mundo.

George se ríe, pero oculta su risa al ver a Dream tan desanimado.

—Lo siento, pero creo que exageras cuando dices que es el fin del mundo. El amor no correspondido es muy común. Creo que todos hemos sentido o vamos a sentirlo alguna vez eso. El amor no lo es todo. Hay más chicas en el mundo. Seguramente una de ellas podrá corresponder tu amor.

—No es cierto.

—Claro que sí. Ella se lo pierde. ¿Quién no quisiera estar con el tonto y engreído Dream?

Aquello le logra sacar una sonrisita a Dream.

—Me caes mal —le dice Dream, riéndose.

—A mí igual.

Dream le ofreció tomar de la lata.

—No, gracias.

—Toma. Aunque sea un poquito.

George aceptó y tomó un sorbo. No odiaba el alcohol ni lo amaba. Simplemente le daba igual.

—¿Todos los ingleses son bajitos o eres la excepción?

—¿Por qué haces esa pregunta ahora?

—Porque entre los dos yo parezco mayor. Te ves tan ligero y pequeño —dice, peñizcando su mejilla—. ¿Tú crees que Sapnap sea más alto que tú en unos años?

—Lo dudo. No soy tan bajito.

—Es cierto.

Ambos estaban haciendo contacto visual. Se miraban sin decir nada. La vista de George bajó hasta los labios del contrario subiendo nuevamente a sus ojos. Luego la vista de Dream también se posó en los labios de George. Este sintió aquella conexión cuando sabes que estás por besarte con alguien. Acercó su rostro hasta el de Dream lentamente y vio como su rostro también se acercaba hasta que...

—¡Hey, Dream! —grita Sapnap, yendo hacia ellos—. Pregunta Karl si ya te sientes mejor.

—¿Ah? Sí, sí.

Dream se levanta dejando caer la lata y se va junto a sus otros amigos.

George se queda sentado observando todo.

—Y decías que nunca estarías con un niño —escucha la voz de su hermana detrás suya.

—¿De qué hablas?

—No soy tonta. Estaban por besarse.

—Claro que no.

—Claeo que sí.

—Nunca me besaría con un niño.

—Bueno... Tan niño no es. Está incluso más desarrollado que tú.

—Cállate.

Our Summer [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora