Our Summer [Dreamnotfound]

Capítulo 10

Los primeros rayos de sol que cruzan por sus cortinas lo despiertan. Abre sus ojos lentamente y lo primero que ve es a Dream quien también lo está viendo. Dream le sonríe al verlo despierto y le acomoda el cabello de manera delicada.

—Eres lindo cuando despiertas.

Siente los labios de Dream danzando sobre los suyos como si fuera un suave y delicado vals. Sus mejillas parecen arder y es que no recuerda cómo terminó así.

—Me gusta cuando actúas tan tímido —murmura Dream sobre sus labios.

La mano de Dream se posa sobre su cintura. Un cosquilleo recorre todo su cuerpo por el tacto tan repentino. En ese momento recuerda que está desnudo compartiendo la cama con Dream y se siente aún más avergonzado.

De repente siente la mano de Dream en su miembro haciendo que suelte un gemido accidental. Los dedos de Dream se deslizan por toda la longitud. Se muerde el labio para no soltar ningún sonido.

—No te calles, me encanta escucharte —le susurra Dream al oído—. Quiero escuchar lo bien que te hago sentir.

—Dream —gime en alto y en ese momento despierta realmente.

Se da cuenta que su habitación está oscura, Dream ni siquiera está ahí y aún son las cuatro de la mañana. Todo había sido un sueño. Nada real por suerte. Lo único que permanece ahí es una erección matutina.

Siente sus mejillas arder al recordar su sueño. Si tuviera una lista de los sueños más extraños seguramente ese estaría de primero.

Revisa su celular y ve un mensaje de Dream.

Dream

Necesito hablar seriamente contigo.
Escríbeme en cuanto despiertes.

Ignora sus mensajes y va hacia el baño donde el espejo le recuerda el chupetón que tiene en el cuello.

—Yo también necesito hablar seriamente contigo, Dream —le dice al espejo.

Horas más tarde, Dream le manda otros mensajes que de igual forma ignora mientras desayuna.

...

Toda su familia está en el comedor, su hermana está desempacando la última caja donde estaban los juegos de mesa que normalmente los compraban para jugarlos una sola vez y después dejarlos en abandono. Su padre está que camina alrededor de la mesa mientras contesta una llamada de su trabajo y su madre pone bocadillos en la mesa.

El único que no está en el comedor es George que se ha quedado en la sala viendo la televisión.

Al parecer nadie tenía planes de salir ese día.

De repente se escucha el timbre de la casa. Todos voltean hacia la puerta menos George que está demasiado entretenido en lo suyo.

—Yo abro —dice su hermana.

La puerta se abre y aparece Dream frente a ella.

—¿Está George aquí?

Su hermana voltea a verlo. Mediante señas George le ruega que diga que no.

—Sí, está en la sala. ¿Quieres pasar?

—Por favor.

Dream ingresa llamando la atención de los padres de George que por primera vez lo veían.

—Buenos días —dice cordialmente como nunca antes.

¿De verdad ese era el mismo Dream que con sus amigos llamaban cara de pene a todos?

George se encerró en su habitación antes de que Dream se acercara a él. Lastimosamente olvidó que tenían copias de las llaves por si las perdían.

—Con esta llave abres la puerta de su habitación —le dice la hermana—. Después me lo agradeces.

—Gracias.

Cuando Dream abre la puerta ve a George con las intenciones de salir por la ventana.

—Buenas tardes para ti también, George.

—¿Desde cuándo eres tan educado?

—¿Desde cuándo eres tan infantil?

George cierra la ventana y se para frente a Dream.

—¿Para qué has venido?

—No contestabas mis mensajes.

—No tenía batería.

—Estaban marcados como leídos.

George muerde su labio inferior al sentirse descubierto. No puede ni mirarlo a los ojos sin pensar en su sueño.

—Solo vine a aclarar las cosas y después me iré —le dice completamente serio. Aquella era una faceta que nunca pensaba ver en Dream.

—Dime.

—¿Te gusto o solo estás jugando conmigo?

—Eres menor.

—¿Y yo qué mierda te he preguntado?

George se queda callado y voltea nuevamente hacia la ventana. Debió escapar más rápido.

—Bien —dice Dream—. Te responderé yo primero. A mí sí me gustas. Así que si para ti es solo un jueguito dímelo ahora, porque ya estoy cansado de que me trates como si fuera un estúpido niño que no sabe lo que hace.

—Dream, soy mayor que tú.

—Mírame a los ojos —le ordena.

Sube su vista hasta los ojos de Dream y hay una frase que se repite en su mente.

"Quiero escuchar lo bien que te hago sentir".

—¿Te gusto? Y no me respondas con que soy un niño o algo parecido.

¿En qué momento Dream había dejado de ser el niño estúpido que conoció en la playa a ser el Dream que estaba seguro de lo que quería?

Siente nuevamente ese cosquilleo recorrer todo su cuerpo.

Su vista baja a sus labios. Quiere besarlo. Quiere que lo bese.

—Me gustas, pero...

—¿Pero qué?

—Pero soy un cobarde y no sabía cómo decirte que estoy loco por ti.

Es un poco humillante dejarte dominar por alguien menor, es lo que quiere decir, más no lo dice.

—¿Lo dices en serio? —los ojos de Dream vuelven a tener ese brillo de siempre.

—Sí, es la verdad.

—Entonces, ¿puedo ser tu novio?

George se pone de puntitas rodeando con sus brazos el cuello de Dream antes de besarlo.

—Sí, claro que puedes, Dream.