Our Summer [Dreamnotfound]

Capítulo 9

Cuando bajan aún encuentran a fiesta en su mejor punto. Se encuentran con Karl que sigue en la cocina y quien les lanza una mirada traviesa.

—Al parecer la fiesta está más divertida en la terraza, eh.

—No ha pasado nada allá arriba —dice Dream con una sonrisa nerviosa.

—Claro, claro. ¿Quieren tomar algo, chicos?

—Estoy bien, gracias —responde George.

—Igual —dice Dream—. ¿Han visto a Sapnap?

—Hace un rato estaba acá conmigo y luego no sé a dónde se fue.

En ese momento llega Sapnap que apenas puede mantenerse de pie. Tiene restos de vómito en la boca y sus ojos están rojos.

—Oh, mierda. ¿Qué te pasó?

Karl lo carga y lo sube a la encimera de la cocina con sumo cuidado.

—¿Sapnap, puedes oírme?

El chico asiente con la cabeza torpemente.

—¿Te drogaste? ¿Te drogaron? ¿Has consumido algo raro?

—¿Llamo a su padre? —pregunta Dream preocupado.

—No, no, no. Si lo ve en este estado le va a dar la regañada de su vida y te juro que no lo volveremos a ver. Puedo solucionar esto. Busca una habitación vacía.

—¿Vienes conmigo? —le pregunta Dream a George y este último asiente.

La casa no era tan grande, por lo que no habían muchas habitaciones y menos vacías. No tuvieron mayor opción que despejar una habitación.

—¡Todos afuera ahora mismo! —gritó Dream—. ¡Rápido, salgan!

Lograron sacar a todas las personas que estaban allí.

—Les iré a avisar. Cuida que nadie entre.

George se quedó en la habitación solo. La luz estaba apagada, solo había una pequeña lámpara en una mesita que iluminaba la habitación. Mientras esperaba se dio cuenta que había un espejo donde se veía reflejado. Pudo notar que la camisa de Dream le quedaba más grande de lo que creía, pero lo que más llamó su atención fue aquella marca roja en su cuello. ¿Dream se lo había hecho?

En ese momento llega Dream junto a Karl cargando a Sapnap en brazos.

—Me quedaré con él hasta que se sienta mejor —les avisa Karl—. ¿Pueden vigilar de que nadie rompa nada?

Los otros dos asienten y salen de la habitación.

—Voy a matarte —le susurra George.

—¿Por qué?

—Mira.

George jala ligeramente el cuello de la camisa para que vea la marca que le había dejado. Dream no puede hacer más que reírse de la situación.

—El rojo es tu color.

—Graciosito. Ahora tengo que pensar en  cómo ocultarlo. Hubiera sido más fácil si fuera invierno.

—No es para tanto. Además, te hace lucir menos aburrido.

—Ahora voy a tenerle que explicarles a todos que esto me lo hizo un niño.

—No soy un niño. Ya soy todo un hombre.

—Claro.

—¿Por qué no me tomas en serio? Estuvimos a nada de hacerlo. Ya lo he hecho antes.

—Tener sexo no te hace más adulto.

—¿Entonces, qué lo hace?

—La madurez. Pero tú sigues con tus pensamientos de niño.