Capítulo 23

1.2K 219 203
                                    

George entra al baño junto a su novio y agradece que no hay nadie más dentro.

—¿Todo bien, amor? —le pregunta Charly.

—No quiero estar aquí.

—¿Quieres ir a otro lado?

—Sí, pero no con ellos. Me siento incómodo con gente extraña.

—Nosotros también fuimos extraños y míranos. Dales una oportunidad. Si no nos agradan les dejamos hablar. ¿Qué tal?

—¿Podemos ir a tu casa?

—¿Te sientes mal? Puedo pedirte una sopa si eso quieres. Anímate, George. Es bueno hacer nuevos amigos.

George suspira y toma la mano de Charly para regresar a la mesa.

—Disculpen las molestias —les dice Charly al llegar a la mesa—. Mi niño no se siente muy bien hoy.

—No hay problema. La fiesta de ayer estuvo muy intensa —responde Dream—. ¿Ya saben que van a pedir?

Todos asienten y llaman al mesero para tomar la orden. George es el único que no pide nada. No ha dicho ni una sola palabra en todo ese momento.

—¿Y cómo se conocieron ustedes dos? —pregunta Dream, refiriéndose a George y Charly.

—Wilbur y yo compartíamos algunas clases en la universidad y un día lo vi con George, así que le pregunté por él. Al comienzo George no estaba muy interesado en mí, pero luego congeniamos. Es un chico muy lindo y muy tierno, pero un poco desconfiado al comienzo, ¿verdad, George?

El nombrado solo asiente con la cabeza.

—En realidad —empieza a decir Dream—. George y yo ya nos conocíamos.

Por primera vez George le dirige la mirada. Parece querer fusilarlo en ese momento si se atreve a hablar de más.

—¿En serio? —pregunta Wilbur—. Nunca me ha hablado de ti.

—Fue hace unos años. Un verano George fue a Florida y nos hicimos amigos.

—¿Por qué no me contaste de eso? —Wilbur voltea a ver a George.

—No creí que fuera relevante —dice con voz monótona.

Dream aprieta los puños por debajo de la mesa.

—Te acuerdas de nosotros, ¿no, George?

—Un poco.

—¡Es una hermosa coincidencia! —exclama Charly emocionado—. Amigos de la infancia reencontrándose. Perfecto para una película cliché. ¿Quieres que te cambie de sitio para que estés más cerca de tus amigos?

—Así estoy bien.

—Vamos, George. No seas tímido.

Cambian de lugar de tal forma que George queda al lado derecho de Dream.

—Hola —le susurra Dream—. No pensaba volver a verte.

—Yo tampoco.

—¿No te podías buscar alguien más parecido a mí?

George lo toma con fuerza por la muñeca y lo arrastra hasta las afueras del restaurante.

—Ya venimos —les avisa George al resto.

Una vez afuera George lo suelta y lo mira con el ceño fruncido y de brazos cruzados.

—¿Qué haces aquí?

—Tu novio nos invitó.

—Me refiero a qué haces en Inglaterra, idiota.

—Trátame bien, George. Yo no te he hecho nada para que seas grosero conmigo. Solo he venido a vacacionar con mis amigos. No teníamos intención de encontrarte.

—Ya no quiero que le hables a mi novio ni a mis amigos. Después de esto no quiero verte más.

—¿¡Por qué!? ¿Qué te he hecho, George? ¿Por qué me odias cuando el que debería estar resentido soy yo? No tienes ni idea de lo mal que estuve desde que rompiste conmigo. ¡Claro que intenté buscarte! Y cuando por fin me di por vencido te encontré.

—Yo no te odio, Clay. Yo también estuve mal, pero supe seguir con mi vida y estoy feliz así. Amo a mi novio.

—Lo amas porque se parece a mí. O sino dime por qué me besaste en la fiesta.

—Yo no... Yo no te besé en la fiesta.

—Sí, lo hiciste. Mis amigos estaban presentes. Me besaste seguramente pensando que era tu novio.

—Ayer tomé de más. Cualquiera se confunde. Deja de asumir que todo es acerca de ti. Ya lo nuestro quedó en el pasado. Lo que pasó en ese verano se queda ahí. Te amé en ese momento, ahora no somos nada.

—Lo nuestro hubiera funcionado, ¿sabes?

—¡La conversación ya acabo!

George se regresa al restaurante y se sienta en las piernas de su novio con tal de no sentarse junto a Dream.

La comida no ha llegado, por lo que casi nadie habla más que Quackity que intenta sacarle plática a Wilbur.

—¿Y te gustan las aceitunas, Guillermo?

—Me llamo Wilbur.

—¿Pero te gustan o no?

—Sí creo —responde, incómodo.

—¿Quieren hacer algo después de la comida? —les pregunta Charly— ¿Les hacemos un tour por la ciudad?

—Me parece una genial idea —interviene Quackity al instante.

Charly se encarga de pagar la cuenta y los ocho salen del restaurante para caminar por los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Dream, Karl, Sapnap y Quackity van por detrás mientras los otros cuatro los guían por delante.

—¿Hablaron? —le pregunta Karl a Dream en voz baja.

—Ya no quiere saber nada de mí.

—No es tu culpa, ¿sabes?

—Es que me llena de impotencia que no pueda hacer nada. Tiene un novio guapo con dinero, seguramente también viene de una familia adinerada, es súper cariñoso, tiene amigos y se nota que no le hago falta. Luego estoy yo que lo sigo extrañando.

—Tal vez debas hacer lo mismo que él y seguir con tu vida.

—Lo sé. Solo no quiero que me trate como un extraño. Lo aceptaría si por lo menos me tratara como un viejo amigo.

—Estoy seguro que también te ha extrañado, incluso podría admitir que te sigue amando y solo se comporta reservado por la presencia de su novio.

—¿Tú crees?

—Estoy 99% seguro.

Our Summer [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora