Capítulo 27

1.4K 238 179
                                    

—Quiero golpearlo.

—Vamos a golpearlo. ¿Dónde está?

—Debe estar en su apartamento —dice George, secando sus lágrimas con el dorso de su mano—. Podría llamarlo para que venga a buscarme.

—Buena idea.

Quackity se acerca a ellos disimuladamente.

—Entonces, George, ¿ya no estarás en el concierto del Guillermo?

—¿El de Wilbur? —pregunta confundido.

—¡Sí!

—No, no creo que me quede. Se lo explicaré más tarde para que no crea que me he olvidado.

—Esa es una muy buena idea —trata de sonar lo menos interesado—. ¿Entonces no te gustaría donar tu entrada a alguien que no pudo comprarse una?

—Supongo que sí. ¿Crees que se la podrías dar a alguien más que si quiera disfrutar el concierto? —George le entrega su ticket.

—¡Por supuesto que sí! ¡Ahora vayan a romperle el trasero a ese idiota!

George saca su teléfono y llama al que próximamente sería su ex novio. Tarda unos pocos segundos en contestar, pero al final lo hace.

—Hola, ¿todo bien, amor?

—En verdad no. El concierto de Wilbur se ha cancelado y he olvidado mi billetera en tu apartamento, ¿crees que podrías venir a buscarme?

—Amor, estoy en el hospital acompañando a mi mamá como te dije. ¿Quieres que te mande un taxi?

—¿Podrías hacer que el taxi me lleve al hospital?

Hay un largo silencio por un rato hasta que Charly le responde.

—Voy a buscarte en diez minutos. Espérame.

—¿Y tu madre?

—No es como que me necesite. Tú eres mi prioridad, George.

—Gracias. Te espero aquí.

George corta la llamada y ve a Dream con una sonrisa triunfante en su rostro.

—¿Listo para que se arrepienta de haberme engañado?

—Más que listo, George.

Mientras esperaban, Quackity había logrado ingresar al concierto, Karl y Sapnap habían dicho que irían a dar una vuelta, así que George y Dream se quedaron esperando a que Charly llegara.

—Creo que lo mejor será que te escondas hasta que venga —le dice a Dream.

—De acuerdo.

Dream se oculta detrás de un árbol no tan alejado y justo ve el auto de Charly estacionarse frente a George.

—Pensé que habías dicho que el concierto se había cancelado.

—Mentí.

—Sabes que mentir no es bueno, George. Si me hubieras dicho que querías que te acompañe lo hubiera entendido.

—¿Entonces solo tú puedes mentir en esta relación?

—¿De qué hablas, amor?

—Sabes perfectamente de lo que hablo. ¿Por qué no eres capaz de reconocer tus errores y decirme la verdad a la cara?

—No entiendo de lo que hablas.

Las manos de George se vuelven puños. Está seguro que no va a aguantar mucho tiempo sin golpearlo.

—No te hagas el tonto. Ya sé la verdad.

—¿Qué verdad? Yo nunca te he mentido, amor.

—¡Mientes! —George le propicia una cachetada.

Charly pone su mano en su mejilla sintiendo su rostro arder.

—Pero...

—¡Dime la verdad!

Dream está listo para salir de su escondite al ver que Charly está por contarle por fin, pero se detiene un segundo.

—¡Está bien! ¡Sí me acosté con Sally!

—¿¡Qué!?

—Wilbur se enteró, pero prometió no decirte nada.

—Yo no... yo no sabía eso... ¿¡Cómo pudiste!?

—¡Solo fueron tres veces!

—¿¡Tres!? —George ríe con sorna, creyendo que está a punto de caer en la locura— De verdad no lo entiendo... Creí que eras diferente, Charly, pero eres peor que cualquiera. T-te ayudé con tu adicción y te entregué mi corazón como a nadie más le había hecho. ¡Confíe en ti! ¡Confíe en tus estúpidas palabras! No sé cómo pude ser tan tonto —las lágrimas nuevamente empiezan a invadir su rostro—. ¿Cuántas veces me habrás mentido? ¿Con cuántas o cuántos me habrás engañado? ¿Alguna vez hice algo mal para merecer esto?

—Tú no hiciste nada malo, amor —Charly intenta secar sus lágrimas, pero George aleja su mano.

—No me llames así.

—Lo siento, George. Prometo ser un mejor novio.

—Ya no te creo nada.

—Por favor, no me dejes. Eres la razón de mi vivir.

—¡Pues ojalá te puedas en el infierno!

George corre hacia Dream que justo sale de su escondite para abrazarlo.

—¡Nunca vas a encontrar a nadie mejor que yo! —le grita Charly, antes de meterse a su auto—. ¡Vas a arrepentirte de haberme dejado!

—¡Vete a la mierda! —le grita Dream.

—Si tan solo supieras la mierda que ha hablado George sobre ti, estarías de mi lado —le dice Charly antes de irse.

Se quedan los dos solos, escuchando desde afuera el concierto de Wilbur. Ambos se quedan en silencio sin saber qué decir.

—Gracias —pronuncia George.

—¿Por qué?

—Por ser tan bueno conmigo. Cualquiera en tu posición se habría quedado con Charly al menos por venganza hacia mí. Creo que fui un poco grosero, en realidad muy grosero, por tratarte como si fueras un desconocido. Lo siento.

—Nadie merece estar en una relación así.

—Eso es cierto, pero no quita el hecho de que fui muy cruel contigo. Era muy inmaduro y lo sigo siendo. Me dolió dejarte y por eso creí que lo mejor sería hacer como si nada hubiera ocurrido para que doliera menos. La verdad es que nunca creí volver a verte.

—Yo también creí eso, pero ahora te tengo aquí al frente y siento que la espera ha valido cada maldito segundo.

Dream lo atrapa entre sus grandes brazos. Ya no es un estúpido chico adolescente aprendiendo amar a un chico mayor que él, ahora es un hombre tratando de reconquistar a quien alguna vez fue su amado.

—Debo decirte que estos años te has puesto más guapo y has crecido demasiado —admite George.

—Tú también has crecido un poco y estás tan hermoso como te recordaba.

Las mejillas de George se acaloran al recibir tal cumplido que no puede pronunciar palabra alguna.

—¿Te he puesto nervioso?

—No...

—Ay, eres tan tierno, George.

—No digas eso, niño.

—Ya no soy un niño. Soy todo un adulto.

—Para mí siempre serás un estúpido niño.

—Aquí el que más parece un niño eres tú.

—Jódete.

—Solo por ti, bebé.

—Me caes mal.

—Yo también te extrañé, George.

Our Summer [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora