Hay una frase que dice "No juzgues a un libro por su portada; porque te puede sorprender el contenido".
También dicen que aquello solo pasa en la ficción y los bajos mundos, pero no es así. Porque a mí me han juzgado, criticado y mancillado sin dar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy me he despertado con un buen presentimiento, eso me provoca estar de un grandioso humor durante todo el día, por lo que eso significa una sola cosa, ¡shopping! Necesito ir al centro comercial a cómo de lugar.
Salgo de la recámara que comparto con mi mejor amiga, y al llegar a la cocina la encuentro ocupada mientras prepara el almuerzo, está de pie con su hermoso castaño y ondulado cabello cubriendo su espalda, a la vez que lleva puesto su bata de dormir preferida.
—Buenos días, Sarita —le saludo, a lo que voltea y me observa con su característica sonrisa en sus labios, hasta hoy en día aún no puedo entender cómo enfrenta todo con la frente en alto y actúa como si no hubiese vivido un infierno en el pasado, infierno que hasta el sol que salió hace unas horas; la persigue y lastima.
—Buenos días, dormilona, ya casi está el desayuno, he preparado tu almuerzo favorito por petición del clan, según ellas quieren consentirme y no sé porque, algo traman esas niñas ¡no tengo pruebas, pero tampoco dudas! —nos reímos por ello, ya que tiene toda la razón, el clan son la perfecta definición de terremoto, tsunami y sismo. Las esperamos para almorzar y luego de quedar más que satisfechas Sara junto a las niñas se dirigen a la recámara con la intención de vestirse para asistir al trabajo, y, por ende, a la guardería del hotel.
Por mi parte, enciendo la tele y coloco una playlist dedicada a la casa de Slytherin, de la saga de Harry Potter, la dejo encendida y la subo a todo volumen, para luego dirigirme al baño y prepararme una relajante, suave y burbujeante ducha. Digna de un día libre del trabajo como hoy, solo lamento una sola cosa de no asistir al hotel. Ver a Connor.
Una hora después el apartamento se encuentra en total silencio, todo debido a la ausencia de las trillizas, me he puesto un outfit de un vestido veraniego de color blanco con detalles en verde lima, el cual fue un obsequio de Sara en el día de San Valentín del año pasado. Este lo acompaño con unas zapatillas bajas que culminan atadas a una gran parte de mis piernas descubiertas, estas conllevan el mismo color blanco. A parte de ello, me he realizado un maquillaje muy básico y me he dejado mi corto cabello suelto y planchado, tampoco es como si pudiese realizarme una infinidad de peinados distintos.
Ya completamente lista, tomo mi bolso y salgo del apartamento en busca de un taxi que me lleve a la plaza del centro comercial. Media hora después de esto llego a mi destino y me dirijo a una de las plantas superiores, para mi suerte no hay muchas personas aquí. Esta más o menos vacío, y solo unos que otros señores y jovencitas recorren por ahí.
Veinte minutos más tarde aun no llevo ninguna bolsa en mis manos que represente la perdida de mi dinero, y todo se debe a que soy muy indecisa y selectiva.
Decido caminar un poco más y siento como mi móvil vibra dentro de mi pequeño bolso, continúo mi camino, mientras saco el teléfono y me pongo a revisarlo, solo es un estúpido post de una Griffindor, está hablando ridiculeces y más que nada esparciendo su hate en una publicación que hice del escudo de Slytherin, no sé qué tiene esa descerebrada en la cabeza, pero, como me importa muy poco su opinión, interrumpo mi buen humor y me permito enviarle un emoji un tanto grosero, ese que te muestra el dedo del medio.