Descubrimientos

212 33 2
                                    

🍑🍑🍑

Necesitaba ayuda, necesitaba muchísima ayuda. No podía creer lo que había sucedido, por un momento realmente creyó que había muerto porque... ¿cómo era posible algo así? Sana no lo entendía, sabía que algunas Betas tenían aromas, pero aún ellos seguían sin poder sentir el aroma de los demás ¿entonces por qué Momo había sentido el suyo? Internamente rezaba con todas sus fuerzas para que la razón no fuera que su mejor amiga se estaba presentando como Omega, eso sería horrible porque significaría que tendría una Alfa que no fuera ella. No podía ser eso. Ningún Alfa sabría tratar a Momo de la forma en que lo merece.

Claro que eso la excluía a ella, Sana sabía perfectamente cómo tratar a Momo. Todos los años de amistad que tenían no pasaban en vano pero, lamentablemente, a pesar de todos esos maravillosos años siendo amigas seguía sin saber la razón para que Momo sintiera su aroma. Necesitaba respuestas. Ay, la japonesa creía que cada vez que encontraba la respuesta para algo una nueva pregunta salía de la nada. No podía estar ni cinco minutos sin tener que ocupar el cerebro, el destino seguramente estaba en su contra.

- ¡Dahyun!- Gritó entrando en la biblioteca, regresó esperando que la menor no se hubiera ido del lugar.

- Shhhh... no grite en la biblioteca-. La encargada la miró con desagrado.

- Ay, perdón...

- Quizás ya se fue-. Le habló Momo, la Beta no parecía tan desesperada por respuestas como ella.

- No, está aquí-. Sana se concentró-. La siento, no debe haberse ido aún.

Momo asintió, dejando que la menor la guiara por los pasillos de la biblioteca, confiaba en que Sana decía la verdad. Después de todo esa muchacha muy pocas veces había dicho una mentira. No como ella, ella había dicho muchas mentiras, sobre todo cuando niña para safarse de algún castigo que terminaban dando a su hermana mayor.

- ¿Dahyun?- Dijo Sana nuevamente, esta vez cuidando el tono de su voz, prefería evitar que la regañaran- ¿Dahyun?

- ¿Sana?- La muchacha de piel blanquecina apareció desde atrás de un estante, estaba cargando muchos libros en sus manos, Momo sabía que probablemente estaba organizandolos alfabéticamente y no por color como le gustaría hacerlo.

- Hola-. La Alfa sonrió un tanto aliviada-. Pude alcanzarla.

- Que bien-. Dahyun sonrió-. Pero podrías habérmelo dicho por mensaje, estoy algo ocupada ahora.

- Oh sí-. Sana y Momo rieron-. ¡Ah! Pero no es eso lo que vengo a decirte, es otra cosa.

- ¿Y qué cosa es?- La coreana no dejaba de poner libros en las estanterías.

- Momo sintió mi aroma.

- ¿¡QUÉ!?

La Omega no pudo evitar elevar su voz unos tres tonos y si no fuera gracias a la japonesa mayor los libros que tenía en mano habrían terminado esparcidos por el suelo. Momo había podido sentir el aroma de Sana ¡Esa sí que era una noticia! ¿Pero cómo era posible? ¿Sentía sólo el aroma de Sana o el de los demás también? Definktivamente tendría que preguntarle a su hermana sobre el tema, era muy interesante. Dahyun quería saber todo sobre el asunto.

- Lo que oíste-. Habló Sana-. Y tú vas mucho al médico así que pensé que, quiźas, sabrías algo sobre eso.

- Oh...- La Omega alargó la o-. Pensaste mal.

- ¿Eh?

- Sí, voy mucho al médico- continuó- pero no por eso significa que sepa cosas sobre esto. Esto es raro.

Beta durazno [Saidahmo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora